La protesta campesina iniciada hace cinco días en Colombia dejaba este viernes 121 detenidos por actos violentos y sumaba nuevos bloqueos de rutas en varios puntos del país, en los que participaban unos 34.000 manifestantes.

Las autoridades reportaron disturbios en Norte de Santander (noreste), donde 121 adultos y 15 menores fueron capturados por impedir el paso en la carretera que une las ciudades de Bucaramanga y Cúcuta y quitarle las llaves de sus autos a varios conductores.

Cuando los uniformados fueron a despejar la vía, los manifestantes incendiaron un vehículo y confrontaron "a la fuerza pública con elementos explosivos, incendiarios y contundentes", informó la Policía Nacional en un comunicado, precisando que fueron incautadas 106 bombas molotov.

Los 121 adultos fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales, y los 15 menores llevados ante el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

La Defensoría del Pueblo, que vela por el respeto de los derechos humanos, dio cuenta en su último balance de 34.000 personas actuando en cortes de rutas en 16 puntos del país, un incremento con respecto a los 30.000 reportados la víspera.

"Todavía no hay una situación crítica de desabastecimiento, pero hay un alerta sobre la posibilidad de dificultades si la protesta se prolonga", dijo a la AFP una fuente del ente sobre los problemas de distribución de alimentos en la zonas más afectadas.

Gobernador indígena herido 

Las manifestaciones, iniciadas el lunes y que dejan ya dos muertos y decenas de heridos, fueron convocadas por la Cumbre Agraria, que reúne a movimientos sociales de indígenas, campesinos y afrodescendientes.

Este viernes la protesta se concentró especialmente en el punto donde se produjo la captura masiva y en el departamento del Cauca (oeste), donde en el corregimiento El Pital eran velados dos indígenas fallecidos la víspera mientras manifestaban.

En el cercano municipio de Mondomó manifestantes con el rostro cubierto taponeaban con piedras, bloques de hormigón y ramas de árboles la vía Panamericana. También se reportaron manifestaciones y cortes de carreteras en otros departamentos, como Chocó (oeste), Casanare (este) y Valle del Cauca (oeste).

En este último, en el caserío La Delfina, enfrentamientos con las fuerzas del orden que buscaban desbloquear la ruta que va de Cali a Buenaventura terminaron con dos heridos por disparos de fusil, uno de ellos el gobernador del resguardo indígena Quipara, Robinson Nequirucama, informó la Organización Nacional de Indígenas de Colombia (ONIC) en un comunicado.

Según el texto, en esa zona "hubo ataques con armas no convencionales, disparos de fusil y gases lacrimógenos".

 Gobierno llama al diálogo 

La protesta campesina persigue mejoras para el sector, a la vez que denuncia el presunto incumplimiento de acuerdos para la Colombia agrícola y rural alcanzados con el gobierno de Juan Manuel Santos tras paros de fuerte impacto en 2013 y 2014.

La Cumbre Agraria reclama contra el aumento de las importaciones de alimentos, que atribuye principalmente a los tratados de libre comercio (TLC) firmados con Estados Unidos y Europa que, según afirma, compiten con la producción local. También alega altos índices de pobreza rural y la falta de tierras propias para cultivar.

El gobierno, que instaló una mesa de diálogo con varios ministros y dirigentes campesinos e indígenas en el resguardo La María, en Cauca, citó a una reunión el próximo martes en Bogotá, a la que asistirán miembros del gabinete y representantes de la Cumbre Agraria.

"El gobierno nacional continúa abierto al diálogo con las organizaciones y comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas", dijo el ministerio del Interior en el comunicado en que convocó a la reunión.

Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo, surgido de una sublevación campesina y que se ha afincado especialmente en las zonas rurales y más apartadas del país, y que deja al menos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según cifras oficiales. (I)