La violencia entre Israel y Palestina sube de tono
Jerusalén.-
Una nueva escalada de violencia se desató en la Franja de Gaza por la ofensiva militar que Israel inició el miércoles sobre la zona, lo que provocó la respuesta del grupo Hamás que lanzó cohetes desde el territorio palestino con dirección a Tel Aviv. El saldo hasta ayer era de tres israelíes y 15 palestinos muertos, entre ellos varios niños.
El Ejército israelí ha realizado más de un centenar de ataques contra lo que calificó como infraestructura terrorista y almacenes de armas en Gaza, la franja palestina que gobierna Hamás desde 2007.
Mientras las milicias palestinas han disparado unos 270 cohetes contra Israel, uno de los cuales llegó ayer a los alrededores de Tel Aviv, donde sonaron las alarmas antiaéreas por primera vez desde la Guerra del Golfo (1991). Las sirenas de ataque aéreo provocaron que los residentes de Tel Aviv corrieran en busca de refugio. El grupo militante palestino Jihad Islámica de Gaza se adjudicó la responsabilidad por el asalto.
Al mismo tiempo, en la ciudad de Kiryat Malaji, cerca de Gaza, al menos 3 civiles israelíes murieron y otros 4 resultaron heridos al caer en sus viviendas un cohete lanzado por las milicias palestinas desde Gaza contra territorio israelí, confirmaron fuentes médicas israelíes. “El misil impactó en un edificio de viviendas de cuatro pisos en Kiryat Malaji y provocó la muerte a 3 adultos y heridas leves a otras 4 personas”, declaró Yonatan Yagodowski, portavoz de la Estrella de David Roja (equivalente a la Cruz Roja en Israel).
Los fallecidos son dos mujeres y un hombre de unos 30 años y, entre los heridos, hay un bebé de ocho meses y un niño de 4 años, según las fuentes médicas. “Estamos en un nivel de alerta muy alto, con ambulancias y unidades de cuidados intensivos móviles en la zona y hemos pedido a los ciudadanos que piensen en donar sangre para atender a las víctimas”, agregaron las fuentes.
El miércoles Israel emprendió una ofensiva a gran escala en la Franja de Gaza, denominada “Pilar Defensivo”. El bombardeo mató a varios civiles entre ellos un bebé, hijo del camarógrafo de la televisora inglesa BBC.
El ataque comenzó con el asesinato de un líder de Hamás, Ahmed Yabari. Hamás afirmó que con estas acciones Israel había abierto “las puertas del infierno” y prometió iniciar una guerra. Ese movimiento palestino gobierna el sector desde 2007, tras haber ganado las elecciones un año antes. Desde entonces, Israel lo ha sometido a un bloqueo que impide la libre entrada y salida de personas y mercancías.
La cifra de víctimas en los ataques israelíes contra Gaza se ha elevado a un total de 15 muertos y alrededor de un centenar de heridos. Aunque desde el interior de Gaza ayer hablaban de al menos una veintena de muertos la mayoría civiles.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel “continuará llevando a cabo toda acción que sea necesaria para defender a su población” y no descartó iniciar una operación terrestre. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, autorizó que se llame a 30.000 reservistas y ordenó el despliegue de soldados a lo largo de la frontera con Líbano.
Se trata de la primera llamada de reservistas desde la operación “Plomo fundido”, hace cuatro años, en la que murieron unos 1.400 palestinos (en su mayoría civiles) y que incluyó una invasión terrestre de Gaza, de dos semanas de duración. Volantes lanzados por la aviación israelí exhortaron a la población de Gaza a mantenerse alejada de milicianos e instalaciones de Hamás.