La protesta prodemocracia también llamada ‘revolución de los paraguas’ comienza a pesar en la economía local, y amenazaría el estatuto de plaza financiera internacional de Hong Kong si la situación degenera en violencia.

Las protestas en la excolonia británica se han intensificado desde el domingo, y decenas de miles de manifestantes exigen sufragio universal sin límites, provocando la peor crisis política que vive Hong Kong desde que los británicos la devolvieron a China en 1997.

La interrupción del transporte público, el cierre de algunas sucursales bancarias y la suspensión de viajes de negocios son por ahora los efectos de las protestas en este territorio del sureste de China con 7 millones de habitantes y cuya economía tiene un peso equivalente al de Chile, Filipinas o Egipto.

Si las protestas se alargan, “el turismo y el comercio, que en conjunto representan el 10% del producto interno bruto del país, se verán muy afectados”, dijo Gareth Leather, de la consultora Capital Economics, para quien Hong Kong podría sufrir una recesión.

La decisión china, el pasado 31 de agosto, de que las elecciones del próximo jefe ejecutivo de la región de 2017 se celebren por sufragio universal, pero solo entre 2 o 3 candidatos previamente autorizados por un comité consultivo establecido por Pekín, generó el desencanto en parte de la población de Hong Kong.

A través del movimiento ‘Ocuppy Central’, que agrupa a asociaciones políticas, sociales y estudiantiles a  favor de la instauración del sufragio universal sin restricciones en Hong Kong, las fuerzas prodemocráticas se comprometieron a emprender una lucha a ‘largo plazo’ para que los aspirantes a la jefatura del territorio puedan ser elegidos por sus ciudadanos.

Organizaciones piden libertad de 20 detenidos

Organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron la detención de al menos 20 personas por la policía en diversos puntos de China por colocar en redes sociales mensajes de apoyo o por planear viajar a Hong Kong para sumarse a las protestas democráticas, y pidieron su inmediata liberación.

Según señaló Amnistía Internacional (AI), además, otras 60 personas habrían sido interrogadas por la policía.