La Eurozona lanza un nuevo salvavidas a Grecia
Los ministros de Finanzas de la Eurozona dieron finalmente esta martes luz verde a un segundo rescate para Grecia de 130.000 millones de euros hasta 2014, pero a cambio Atenas deberá sacrificar su soberanía fiscal.
"Hemos alcanzado un amplio acuerdo que incluye al mismo tiempo una ayuda pública y una quita de la deuda sin precedentes por parte de los bancos acreedores del país", declaró Jean-Claude Juncker, el jefe del Eurogrupo, tras una reunión de casi 13 horas del bloque.
El plan permitirá a Grecia evitar una inminente bancarrota, pues podrá hacer frente al pago de vencimientos valorados en 14 millardos de euros en marzo, y rebajará en 53,5 por ciento el valor nominal de los bonos griegos, con el fin de que la deuda alcance para 2020 la cifra del 120,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Pero este momentáneo respiro viene aparejado con nuevas medidas de control por parte de la llamada Troika, conformada por la Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), y Fondo Monetario Internacional (FMI), organismos que enviarán un grupo de funcionarios para fiscalizar la gestión del gobierno griego y tranquilizar a los acreedores.
Para asegurarse de que Atenas cumplirá con las obligaciones del acuerdo, el Ejecutivo ingresará trimestralmente los intereses de la deuda en una cuenta especial y deberá adoptar en los próximos dos meses una nueva ley que de prioridad a la devolución del préstamo por delante de cualquier otra partida.
En concreto, la Comisión Europea reforzará el grupo de trabajo para Grecia, en particular mediante una "presencia mejorada y permanente sobre el terreno", con el fin de mejorar su capacidad a la hora de prestar y coordinar la asistencia técnica.
Los Estados miembros han ofrecido aportar expertos para ello.
De su lado, el primer ministro griego, Lukas Papademos, calificó el acuerdo alcanzado la pasada madrugada en Bruselas de "histórico" y explicó que será llevado a la Cámara legislativa antes del 15 de marzo.
El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) señaló que el acuerdo para el canje de bonos con Grecia es "sólido" y evitará una quiebra desordenada del país, además de que ayudará a promover la salida de la crisis de la zona euro.
Recalcó que implica una reestructuración récord en materia de deuda soberana al contemplar una reducción en torno a los 120 mil millones de dólares.
Según el IIF, se trata de un récord en la historia económica mundial, que supera la restructuración de la deuda de Argentina cuando se declaró en default en 2002. (Efe-PL)