El tránsito migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos se redujo en un 74,5% entre mayo de 2019 y enero de 2020, gracias al pacto bilateral vigente desde el año pasado.

Según el canciller mexicano Marcelo Ebrard, el número de cruces fronterizos se redujo a 36.679 casos en enero de este año, tras alcanzar un pico de 144.116 en mayo de 2019.

En el pasado, los centroamericanos que pedían asilo a Estados Unidos podían esperar la resolución de su caso en territorio estadounidense.

Sin embargo, desde que el gobierno de Trump introdujo el programa Migrant Protection Protocols en enero de 2019, los migrantes que intentan ingresar a Estados Unidos pueden ser obligados a esperar en México mientras las autoridades estadounidenses toman una decisión.

Así, desde junio de 2019 México adoptó controles más estrictos para la migración en las fronteras del país, tras el pacto alcanzado con Estados Unidos.

Este también evitó la imposición de aranceles a productos mexicanos por parte de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

“El propósito es reducir el riesgo altísimo que corren las personas que desean migrar cuando lo hacen de manera irregular porque eso las pone en peligro, ese es el propósito último que queremos”, indicó el canciller.

“Y desde luego que en sus lugares de origen, como lo ha repetido el señor Presidente, tengan opciones de trabajo y de vida digna, y ahí lo que México ofreció también se está cumpliendo”, agregó el canciller, acompañado por el presidente Andrés López Obrador.

El Gobierno mexicano estableció la llamada Comisión Especial para Migración, a la par de otros programas de apoyo en materia laboral, en un intento por detener el flujo migratorio que proviene en gran parte de Centroamérica y que busca llegar a Estados Unidos.

Ebrard indicó que en colaboración con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, el Gobierno mexicano busca generar 60.000 empleos directos en la región.

El régimen invirtió además 396 millones de pesos ($ 21 millones) para la renovación de 15 estaciones migratorias.
Se construyeron también dos albergues en la frontera norte, con los servicios básicos de salud y educación.

La frontera sur de México ha sido escenario de masivas caravanas de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.

México promueve también el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica. Esta medida busca mitigar el flujo migratorio de esa región, al exponer que la pobreza y la inseguridad son algunas de las causas que originan el fenómeno.

Sin embargo, a raíz de las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos, familias enteras han sido separadas. Muchos niños fueron alojados en una especie de jaulas en centros de detenciones, una experiencia traumática que podría tener consecuencias durante toda su vida.

Para reforzar los controles, las autoridades fronterizas estadounidenses desplegarán alrededor de 100 agentes tácticos en ciudades santuario del país, para reforzar el trabajo de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

El despliegue de los equipos se realizará de febrero a mayo, según un informe de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Los agentes de este equipo son oficiales entrenados para operaciones de alto riesgo en la frontera, pero que ahora trabajarán en conjunto con ICE para “proteger la seguridad pública”. (I)