El exmandatario niega las acusaciones
La esposa de Humala recibía las supuestas coimas de Odebrecht
Todo calza. Las declaraciones de Jorge Barata, hasta hace poco, cabeza principal de Odebrecht en Perú, convertido ahora en colaborador del caso Lava Jato, han aportado las piezas faltantes a las sospechas que pesaban sobre la entrega de aportes extranjeros para la campaña política que llevó a Ollanta Humala al poder en 2011.
De acuerdo con Barata, consultado por un grupo de fiscales peruanos, destacados en Sao Paulo hace semanas para investigar las implicaciones en la entrega de sobornos de parte de la constructora Odebrecht, el monto total de lo entregado al entonces candidato Humala sumarían $ 3’000.000.
Sus declaraciones resumen esta entrega como un “aporte de campaña”, requerido de forma directa por el entonces mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. La fiscalía, a partir de las declaraciones de Barata, ha reconstruido la ruta a través de la que se movilizó ese monto desde Brasil hasta Perú.
Los pagos eran canalizados a través del equipo de publicidad y comunicación que entonces asesoraba a Humala. Luis Favre, conocido asesor político brasileño, quien apoyó entonces la campaña de Humala, aparece como la pieza principal para la articulación de estas entregas. De él se desprenden otros nombres encargados de ejecutar el pago, en efectivo, a Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, en un departamento del residencial distrito de Miraflores, en Lima.
Las entregas de hasta $ 300.000, multiplicadas por la urgencia con que Nadine requería el dinero, de acuerdo con Barata, se realizaron entre 2010 y 2011, cesaron una vez que Humala llegó al poder.
Durante los cinco años que el exmilitar dirigió Perú, la oposición se empeñó en investigar el origen de los aportes a su campaña. En ese lapso de tiempo, las pistas apuntaron a la entrega de dinero desde Venezuela, teniendo a su esposa, como el punto de recepción y distribución de los recursos. En el momento álgido de esas conversaciones salieron a la luz las agendas personales de Heredia, en las que se registraba, con nombres, apodos y claves, los aportes recibidos.
Las siglas ‘OH’, registradas en esas agendas, son las mismas que Barata ratifica como propias para identificar la entrega de los aportes brasileños. Durante los años de mandato y todavía ahora que la justicia los ha requerido para investigaciones por supuestos lavado de activos, los Humala-Heredia se empeñaron en negar cualquier tipo de acercamiento a aportantes extranjeros.
Alberto Otálora, abogado del exmandatario, señaló que su cliente está tranquilo, pues, según él, las de Barata, no pasan de ser declaraciones sin sustento. La ausencia de pruebas, dijo, jugaría a favor de su defendido.
En Perú, a diferencia de países como España, no existe el delito de financiación ilegal de partidos, por lo que, según varios análisis en el campo penal, sería difícil que las declaraciones de Barata puedan llevar a la cárcel a Ollanta Humala o Nadine Heredia, quienes habrían recibido el dinero antes de ser funcionarios públicos. (I)
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Amigo del presidente de Brasil distribuía el dinero para el partido PMDB
El mejor amigo y exasesor oficial del presidente Michel Temer, el abogado José Yunes, acusó al jefe de gabinete, Eliseu Padilha, de haberlo usado como distribuidor de miles de dólares de sobornos de la empresa constructora Odebrecht para el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB).
Yunes renunció en diciembre al cargo de asesor luego de que un ejecutivo de Odebrecht delatara que Temer, siendo vicepresidente, le pidió $ 3’000.000 para campañas de su partido en 2014.
Yunes reveló al diario Folha de Sao Paulo y a la revista Veja que en 2014 fue “mula” (como se califica a los entregadores de drogas) del jefe de gabinete, porque distribuyó, sin saber, sobres que contenían los sobornos de Odebrecht.
El contexto es el siguiente: Claudio Melo Filho, exejecutivo de Odebrecht, delató a Temer por pedirle al titular de la empresa, Marcelo Odebrecht, hoy preso y condenado, el equivalente a $ 3’000.000 para la campaña a gobernador del estado de San Pablo de Paulo Skaf, titular de la entidad Fiesp y afiliado al PMDB.
Melo Filho reveló que parte del dinero -4’000.000 de reales, $ 1,3 millones- pedido por Temer fue llevado a la oficina que tiene Yunes en Sao Paulo.
El caso abre un capítulo más en el escándalo que se multiplica en el Petrolao y sobre todo con la delación de los 77 ejecutivos corruptores de Odebrecht que abarcan a todos los partidos y que amenazan la estabilidad del gobierno surgido después del polémico juicio político contra la expresidenta Dilma Rousseff.
El jefe de gabinete de Temer ha sido el blanco de Yunes, amigo hace cinco décadas del actual presidente. “Padilha me llamó por teléfono diciendo que una persona iba a dejar un documento en mi oficina y que luego otra lo retiraría. Yo dije que podía, somos personas de buena relación en el PMDB”, contó Yunes. Padilha niega la especie.
El amigo de Temer expresó que los sobres parecían que no contenían dinero como dijo el delator de Odebrecht. La persona que dejó el sobre fue Lucio Bolonha Funaro, recaudador de Eduardo Cunha en las empresas estatales y privadas que sobornaban al diputado para conseguir leyes en el Congreso.
Funaro, al igual que Cunha, está preso.
Cunha, quien fue presidente de la Cámara de Diputados, impulsó el juicio político que destituyó a Rousseff. (I)
Pablo Giuliano / Corresponsal en Brasil