La Operación Lava Jato es considerada la mayor investigación contra la corrupción en la historia de Brasil y de América Latina.

En diciembre de 2016 la constructora brasileña Odebrecht aceptó el pago de $ 788 millones en sobornos en 12 países, entre ellos $29 millones a políticos y empresarios de Perú.

Entre los principales investigados por el equipo de fiscales del caso Lava Jato en Perú están los exmandatarios Alejandro Toledo ($20 millones), Alan García ($ 24 millones), Ollanta Humala ($ 3 millones).

También Pedro Pablo Kuczynski ($ 782.000 durante su gestión como Ministro de Toledo) e investigan a la lideresa opositora Keiko Fujimori ($ 1 millón), bajo prisión preventiva.

No obstante, los peruanos salieron el jueves pasado a las calles para exigir la renuncia del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry.

En una jugada muy arriesgada, Chávarry esperó hasta el festivo 31 de diciembre para la remoción de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez. El trabajo de ambos es aplaudido ya que alcanzó a Fujimori y García, intocables hasta ese momento.

Finalmente, el movimiento popular logró que el fiscal de la Nación cambiara su decisión y reintegre a los funcionarios. En 2016, Odebrecht reconoció en una corte en Nueva York, el pago en Perú de sobornos y el apoyo monetario a campañas electorales. (I)