La economía de la Unión Europea se ralentiza más
La economía de la Unión Europea (UE) y la zona euro creció en el segundo trimestre de este año apenas un 0,2% con relación al trimestre anterior, lo que confirma las primeras estimaciones que ya apuntaron a una ralentización de la actividad económica, mientras que el Tribunal Constitucional alemán avaló los mecanismos de rescate y las ayudas para los países en apuros financieros.
Según datos de la agencia europea de estadística, Eurostat, el Producto Interior Bruto (PIB) de la UE aumentó un 0,8% entre enero y marzo de 2011, en el segundo cuarto el crecimiento se redujo al 0,2%.
Tal y como avanzó en su primera estimación, las principales causas del frenazo fueron la caída en el consumo de las familias y el estancamiento en Alemania y Francia. Alemania creció únicamente un 0,1% con respecto al primer trimestre de 2011, mientras que Francia se estancó, lo que contrasta con los crecimientos del 1,3% y del 0,9%, respectivamente, registrados entre enero y marzo y que apuntaban al optimismo sobre la recuperación económica en Europa.
Otras economías de peso de la zona euro, como Italia, España y Holanda también registraron aumentos moderados con un 0,3%, un 0,2% y un 0,1%, respectivamente. Suecia creció un 1,0% y el Reino Unido siguió la senda de los grandes países y se quedó en un 0,2% en comparación con el trimestre anterior. Los datos confirmarían las predicciones de varios analistas, que apuntaron a que las políticas de austeridad defendidas por gobiernos, como el alemán y el francés, resultan perjudiciales para la buena evolución de la actividad económica europea.
Ambos países han defendido repetidamente la necesidad de llevar a cabo drásticos recortes en el gasto público para frenar las presiones sobre la deuda soberana de algunos de los Estados miembros.
Según los datos revisados que Eurostat divulgó ayer, el consumo familiar decreció en el segundo trimestre un 0,1% en el conjunto de la UE y un 0,2% en la Eurozona, mientras que en el primer trimestre aumentó un 0,2% en la zona euro y se estancó en la UE.
Mientras tanto, el Tribunal Constitucional alemán validó la concesión de ayudas financieras de Berlín a Grecia y otros países de la zona euro a condición de implicar más al Parlamento en la aprobación de planes de rescate, dictamen recibido con alivio por los mercados. La Unión Europea se declaró “satisfecha” por la decisión.
Así, el máximo tribunal germano rechazó las demandas para rescatar el euro y ayudar a la economía griega, presentadas por cinco profesores universitarios y el diputado socialcristiano bávaro Peter Gauweiler.
Los jueces del Tribunal Constitucional de Karlsruhe (oeste), que debían pronunciarse sobre el primer paquete de ayuda concedido a Grecia en mayo de 2010 y sobre el establecimiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), estimaron que la jefa de Gobierno, Ángela Merkel, respetó la Constitución al aprobarlos.
El fallo era esperado con ansiedad, pues una condena de las iniciativas adoptadas el pasado año por el Gobierno de Merkel hubiera precipitado a la zona euro en el caos al privarla del principal contribuyente a los planes de ayuda.
Las bolsas acogieron con alivio la decisión. El índice DAX de la Bolsa de Fráncfort registró una subida de 4,07%, el CAC 40 de París ganó 3,63%, el Footsie-100 de Londres 3,14%, el Mib de Milán 4,24% y el Ibex-35 de Madrid 2,77%. La Bolsa de Atenas avanzó un espectacular 7,98%. Las principales plazas europeas habían cerrado el martes en números rojos.
La presión de los mercados obligó en los últimos días a acelerar los planes de ajuste en la Eurozona. Tres países de los 17 países de este espacio monetario ya fueron objeto de programas de rescate (Grecia en dos ocasiones, Portugal e Irlanda), pero la crisis arreció en el verano boreal y puso en el foco a España e Italia.
España aprobó ayer una reforma constitucional que prevé incluir en la Carta Magna una “regla de oro” que limita el déficit y la deuda públicos con el objetivo de calmar la inquietud de los mercados sobre la solvencia del país. En Italia, el Gobierno enfrenta un voto de confianza en el Senado, tras haber presentado un nuevo plan de austeridad.
Y en Francia, el Senado debatirá un plan para reducir el déficit presupuestario. Grecia anunció, por su lado, el martes una aceleración de su programa de privatizaciones.
El Tribunal Constitucional instó sin embargo a dar más espacio al Parlamento en la aprobación de cualquier posible ayuda “de gran importancia” a otros países, lo cual limita de hecho el margen de maniobra de la canciller.
Los jueces estimaron además que las deudas nacionales no deben transformarse en deuda común de varios países, descartando aparentemente una posible emisión de eurobonos.