La Justicia chilena sentenció este 6 de noviembre a 31 exagentes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) por el delito de secuestro calificado (desaparición) de Juan Carlos Perelman en 1975.

Perelman fue una de las víctimas de la denominada Operación Colombo, una argucia que usó la junta militar para reprimir de las formas más atroces a sus opositores. Asesinó a tres mil 200 personas y desapareció a unas mil 300.

En este caso, se trataba de un ingeniero químico de 31 años, miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), quien fue detenido el 20 de febrero de 1975 en su domicilio. Luego lo condujeron al centro clandestino de torturas Villa Grimaldi.

En el sitio, también destinado al exterminio de los opositores por el aparato de inteligencia de Pinochet, la DINA, Perelman fue sometido a interrogatorios bajo torturas, atado y con la vista vendada, según testigos.

Luego de ser sacado de Villa Grimaldi, nunca más se supo de su paradero, confirmó el juez especial Hernán Crisosto, encargado del juicio en primera instancia.

El magistrado, en un fallo de la primera sala del tribunal de alzada, condenó a 13 años de prisión al general Raúl Iturriaga y a los brigadieres Pedro Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff, como autores del secuestro calificado de Perelman.

Todos ellos cumplen largas condenas por crímenes de lesa humanidad en el caso de Krassnoff Martchenko y las penas rebasan los 680 años de cárcel.

Otros 27 agentes de la DINA recibieron sentencias de 10 años y un día de prisión, y finalmente Samuel Fuenzalida Devia fue condenado a 541 días de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada. (I)