A 100 días del estallido social en Chile y de reportarse más de 700 personas con daños oculares, el viernes 24 de enero de 2020 fue procesado el primer carabinero acusado de ocasionar una lesión de este tipo a un manifestante.

El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago dejó con arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima al capitán de la Policía Pablo Carvajal, acusado por la Fiscalía de causar serio daño ocular a un manifestante.

El Ministerio Público solicitó además el arresto domiciliario y que el imputado sea retirado del servicio en la calle y limitado a un cargo administrativo durante los 120 días previstos para la investigación del hecho.

La agresión ocurrió el 28 de octubre de 2019 cuando en el centro de esta capital el carabinero supuestamente disparó con una escopeta de perdigones al rostro de la víctima, Brandon González, desde una distancia de unos cinco metros. Según la versión de la víctima, el hecho se dio sin que mediara agresión u otra acción que hiciera peligrar la vida del uniformado.

A consecuencia del disparo, uno de los perdigones impactó en el ojo izquierdo de González, causándole una grave lesión y, aún estando herido, el carabinero volvió a dispararle y lo hirió en la espalda.

Este tipo de ataques ha sido denunciado por entidades médicas y de derechos humanos nacionales e internacionales como una de las principales muestras de la fuerte y desproporcionada represión de los cuerpos policiales de Chile contra los participantes desde mediados de noviembre.

El jefe de Carabineros, general Mario Rozas, anunció la prohibición del uso de los balines de goma, luego de varias denuncias de que en su composición estos contenían una mayor proporción de metales, incluyendo plomo.

Sin embargo, posteriormente han continuado reportándose casos de personas heridas con balines y bombas lacrimógenas lanzados directamente al rostro, lo cual es señalado como una seria violación de lo reglamentado para el uso de esos elementos. (I)