Siete de las 15 regiones del país están afectadas por el fuego
Incendios en Chile dejan 11 muertos y 361.000 hectáreas quemadas
Los incendios forestales en Chile se han transformado en una tragedia de proporciones. No solo es el mayor evento de este tipo de los últimos 50 años, sino que el fuego ha resistido la lucha diaria y permanente que ha dado el cuerpo de bomberos, junto a miles de voluntarios. En el centro de la atención ha estado un Boeing Supertanker, que llegó al país el miércoles y que puede desplegar hasta 72.000 litros de agua, pero ni eso ha sido suficiente.
Según el último reporte de la Oficina Nacional de Emergencias, hasta el jueves se habían visto afectadas 361.000 hectáreas en siete de las 15 regiones del país. Esta área es equivalente a la provincia de Santiago. De los 142 siniestros reportados, 51 han sido controlados, 77 se encuentran en combate y solo 14 han sido completamente extinguidos. Además, ya se registran al menos 11 muertos (entre ellos dos bomberos y un policía), 1.192 evacuados, 1.098 derivados a albergues y 132 casas destruidas.
El escenario no es el mejor, ya que justo la zona central del país reporta temperaturas por encima de los 35 grados centígrados, incluso 40 grados en algunos sectores, algo poco usual. Tampoco han ayudado mucho los cortes del suministro eléctrico, ya que en las zonas rurales el agua se extrae con motobombas.
La tragedia es de grandes proporciones y ya han comenzado a surgir críticas por el manejo que ha tenido el gobierno de Michelle Bachelet frente al tema. La razón es que se reaccionó tarde a pesar de los insistentes llamados de las autoridades de poblados como Pumanque o Hualañé, que pedían ayuda a gritos desde que se iniciaron los primeros incendios el miércoles de la semana pasada.
“Nada afecta más que el intento de sacar pequeñas ventajas políticas”, dijo ayer Bachelet.
“Esta ha sido una situación sin precedentes, lo fundamental es siempre la unidad. No vamos a bajar los brazos ni un segundo”, agregó la jefa de Estado, que visitó parte de la zona del desastre el martes, pero recibió críticas de los alcaldes locales por la lenta reacción del gobierno.
Incluso, muchos alegaron que el avión Supertanker, proveniente de Estados Unidos, llegó tarde y que se debió solicitar ayuda internacional mucho antes. En las labores de rescate están colaborando expertos de Francia y Colombia. En la mañana de ayer el gobierno aceptó que Rusia enviara al país el superavión Ilyushin Il-76, con capacidad de 42 toneladas de agua.
El gobierno ha dado una serie de explicaciones. El viernes pasado se decretó estado de catástrofe en cuatro provincias del país y un día después el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, destacó la labor de la presidencia señalando que las críticas son “irrelevantes”.
Así, dijo que “el presupuesto de 2011 para incendios forestales era de $ 11.500 millones, y el presupuesto de 2016 de $ 29.044 millones. El dato exacto es 126% más de lo que invirtió el gobierno de Piñera”. En esa misma jornada, el ministro del Interior, Mario Fernández, señaló que no se decretó estado de catástrofe antes “porque la situación no lo ameritaba”. Pero ahora hay quienes incluso reclaman que se promulgue Estado de sitio, puntualmente en la región del Maule.
“Eso es irracional”, respondió ayer el ministro de Defensa, José Antonio Gómez.
Al mismo tiempo, han surgido una serie de señales sobre la intencionalidad de los incendios. Se estima que pirómanos podrían haber provocado el desastre, ya que se ha encontrado material inflamable adosado a bosques de pino, por eso la Cámara de Diputados dio ayer luz verde a una comisión investigadora. “Tenemos registros que dan cuenta de actos deliberados”, afirmó el director de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
“Nosotros estamos trabajando con la fiscalía porque, evidentemente, a partir de cada incendio tenemos un registro de la potencial causa donde ocurrió. A partir de allí han salido informaciones muy relevantes, que muestran que hay intencionalidad en cierta parte de los incendios. Hay elementos de diversa índole que indican que aquí hay gente no solamente negligente, sino que con intención ha estado generando estos incendios”, agregó.
“Nadie me saca de la cabeza que no nos estamos quemando, sino que nos están quemando. Se lo dije a la Presidenta, necesitamos una especie de estado de sitio o lo que sea necesario”, sostuvo el alcalde de Constitución, en la Región del Maule, Carlos Valenzuela. (I)
Una oveja quemada severamente por un incendio forestal en Litueche, 150 kilómetros al sur de Santiago de Chile. Foto: AFP