Gobierno ordena el control de las plantas nucleares
E n un plazo de 30 días, las más de 50 centrales nucleares que tiene Japón deberán sujetarse a nuevas medidas de seguridad para evitar una nueva crisis nuclear como la que actualmente enfrenta la planta de Fukushima (noreste de Japón).
Las reglas que deberán cumplir las centrales incluyen, entre otras, preparar un sistema alternativo de energía en caso de fallo del principal y disponer de camiones de bomberos con mangueras. Un tercer punto es asegurar el mantenimiento de los sistemas de refrigeración tanto de reactores como de piscinas de residuos.
Estas nuevas disposiciones son las que fallaron en Fukushima tras el terremoto y tsunami que golpeó al país asiático hace casi 3 semanas y ocasionó que el sistema de enfriamiento de los reactores de la planta se dañaran.
Una carta al respecto fue enviada por el ministro de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda, a los directores generales de las nueve compañías regionales de electricidad de Japón, así como a otras dos empresas que administran centrales.
Otra de las disposiciones es que las empresas deberán revisar sus manuales de operaciones y preparar al personal de acuerdo con las nuevas reglas. Las medidas no requerirán que las plantas dejen de funcionar.
Mientras tanto, el nivel de yodo radiactivo en aguas del mar cercano a la central Fukushima supera 3.355 veces el límite de seguridad, lo que supone la concentración más alta hasta el momento, informó ayer la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón.
Las muestras tomadas el martes a 330 metros al sur de una salida de agua próxima a los reactores 1 a 4 de la central revelaron un fuerte incremento del isótopo (átomo) 131 del yodo respecto al fin de semana, cuando llegaron a ser 1.850 veces superiores a lo normal. A 50 metros al norte de la central, cerca de los reactores 5 y 6, el nivel de yodo radiactivo detectado ayer era 1.262 veces superior los estándares legales, también el registro más alto hasta ese momento.
El isótopo 131 del yodo se degrada a la mitad en ocho días, por lo que el peligro de que afecte a la vida marina en la zona es bajo, según la Agencia de Seguridad Nuclear, que recordó además que no está permitido pescar en las aguas cercanas a la central.
Las autoridades, que el martes anunciaron un estado de alerta máxima en la central de Fukushima, estudiaban ayer todas las opciones para reducir las emisiones radiactivas y evacuar toneladas de agua contaminada de la planta.
Entre las opciones que analizan se encuentra cubrir los reactores con una lona especial o utilizar los depósitos de un barco-cisterna.
El operador de esta instalación, Tokyo Electric Power (Tepco), aceptó la ayuda del grupo nuclear francés Areva, cuya presidenta, Anne Lauvergeon, llegó ayer a Tokio acompañada de expertos, con el objetivo de ayudar a los equipos nipones, sobre todo para el tratamiento de las aguas contaminadas.
Mientras tanto, la zona de evacuación de la población alrededor de la central Fukushima tendría que ser ampliada al menos 10 kilómetros a raíz de la radiactividad, estimó ayer la organización ecologista Greenpeace. La zona de evacuación alrededor de la planta cubre actualmente un radio de 20 kilómetros y el gobierno recomendó retirarse a las personas que viven en una zona comprendida entre 20 y 30 kilómetros, pero sin obligarlas.