El Gobierno chileno descartó ayer hacer una nueva propuesta al movimiento estudiantil, tras la ruptura del diálogo que buscaba una solución a las movilizaciones, que desde hace cinco meses mantienen universitarios, en demanda de una educación pública gratuita y de calidad.

La postura del Gobierno “ya está clara”, afirmó el ministro de Educación, Felipe Bulnes, quien advirtió  que el régimen ha descartado la demanda estudiantil de una enseñanza gratuita para todos, con el argumento de que supone que los pobres financiarían la educación de los ricos.

En cambio  ha propuesto aumentos sustantivos de becas para los alumnos de sectores pobres y clase media baja, lo que ha sido rechazado por los manifestantes. Los estudiantes señalaron que no retornarán al diálogo hasta que no haya una nueva propuesta que responda a sus demandas, principalmente a la gratuidad.

Giorgio Jackson, dirigente estudiantil, insistió en que la propuesta de los universitarios tiene como base una reforma tributaria, con la cual serían los ricos quienes, a través de mayores impuestos, financien la educación de los pobres. EFE