El Gobierno pro-británico de las Islas Malvinas planea crear un monumento sin precedentes en Puerto Stanley en honor a la exprimera ministra Margaret Thatcher, fallecida en abril pasado a los 87 años, en medio de crecientes tensiones entre Gran Bretaña y Argentina por la soberanía del territorio de ultramar.

Las autoridades del archipiélago, ubicado en el Atlántico Sur, confirmaron que encargarán a un escultor inglés crear el busto en memoria de la llamada “Dama de Hierro”, a quien tanto los isleños (kelpers) como los británicos consideran “una héroe nacional” por haber enviado a la poderosa fuerza militar que en 1982 derrotó en 74 días a los soldados argentinos durante la Guerra de las Malvinas. En el conflicto bélico murieron 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños.

El monumento, que será emplazado frente a la sede del gobierno en Puerto Stanley en la calle Thatcher Drice y que quedará detrás del Monumento a la Liberación 1982, se construirá tras una consulta pública en las islas.

La estatua de bronce se elevará sobre una piedra local y llevará una placa con la frase: “Son pocos en número, pero tienen el derecho de vivir en paz, de elegir su propia forma de vida y determinar sus lealtades”, Margaret Thatcher, 3 de abril de 1982.

La Asamblea Legislativa de las islas le escribió a la familia de Thatcher para informarle del proyecto  y pedir su aprobación.

La decisión fue tomada en medio de fuertes tensiones diplomáticas con Argentina y seis meses después de un polémico referéndum en las islas, en el cual 1.513 habitantes (99,8% del total) votaron por el sí para seguir siendo parte del territorio de ultramar del Reino Unido y solo 3 (el 0,2%) lo hicieron en forma negativa.

Los isleños buscaron mostrarle al mundo que no quieren dialogar con el Gobierno argentino y que rechazan, al menos por ahora, la idea de independencia.

Con ese resultado, los isleños y la diplomacia británica iniciaron gestiones en las Naciones Unidas para tratar de convencer a Estados Unidos y a buena parte de los países que están en el Comité de Descolonización de la ONU a apoyar la postura de autodeterminación de los isleños.

El 21 de agosto pasado, las tensiones entre Londres y Buenos Aires aumentaron, luego  que la embajadora argentina en el Reino Unido, Alicia Castro, calificara al primer ministro británico, David Cameron, de “tonto”, “ineficaz” y “bobo” en una ponencia en el Senado de Buenos Aires.

Castro aseguró que el referéndum realizado en Malvinas “fue extraordinariamente útil para nosotros”, porque sirvió para mostrar a la gente común que la posición de Londres “no es racional” y destacó “la suerte extraordinaria de tener un Papa argentino, malvinero”.

Durante su ponencia en el Senado, la embajadora argentina dijo que la posición británica sobre Malvinas “no es más que imperialismo y colonialismo”, al subrayar que proviene “de políticas imperialistas del Reino Unido y de su necesidad de mantener una posición estratégica en el Atlántico Sur que les da dominio sobre los mares”.

También consideró que cada vez más británicos apoyan el pedido de Argentina por la soberanía de las islas, al considerar la posición de Gran Bretaña “como irracional”.

“Se están comenzando a preguntar por qué deben hacer frente a semejantes costos por unas islas ubicadas a 17.000 kilómetros de distancia. No solo es el costo de 6 millones de libras esterlinas al año, pero el precio de militarizar el Atlántico Sur, personal militar, bienes, materiales y mantenimiento”, agregó Castro.

Petróleo en las islas

La disputa por la soberanía de las Malvinas tiene un agravante, ya que habría reservas de gas y petróleo por al menos 10.500 millones de dólares en ingresos fiscales para el Reino Unido en un lapso de 25 años.

Según la revista “Bloomberg Businessweek”, el botín transformará la economía de la isla, dependiente de la pesca y el turismo, una situación que podría agravar las tensiones entre Gran Bretaña y Argentina. El país latinoamericano amenazó anteriormente con demandar ante la justicia a cualquier empresa involucrada en labores de perforación en las Malvinas.

“El gobierno local ya está comenzando a crear un fondo de riqueza soberana para administrar el efectivo. Los proyectos en cartera: pavimentar la principal autopista desde el aeropuerto hasta la capital, Puerto Stanley, mejorar el puerto para dar cabida a barcos más grandes y reembolsar los 90 millones de dólares que el Reino Unido gasta cada año en soldados, aviones y barcos para defender las islas”, señala la revista.

Según el grupo Edison Investment Research, cuando inicie su producción en 2017, el descubrimiento del yacimiento de petróleo Sea Lion frente a la costa podría generar ingresos públicos de hasta 160.000 dólares por persona cada año, el equivalente al ingreso después de impuestos de un asalariado perteneciente al 1% de los que más ganan en el Reino Unido.