Embajada de Estados Unidos se instalará en Jerusalén antes de fines de 2019
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, aseguró este lunes ante el Parlamento israelí, en medio de una salva de aplausos, que la embajada de Estados Unidos abrirá en Jerusalén antes de fines de 2019, a pesar de la cólera de los palestinos, que boicotearon su visita, y el rechazo internacional.
Signo de la conmoción y divisiones que provoca este reconocimiento, una docena de diputados de la coalición de partidos árabes (sobre 120 en total), empezaron a gritar y a esgrimir carteles de protesta proclamando a Jerusalén como capital palestina, hasta que fueron expulsados de la Knesset por guardias de seguridad.
La dirección palestina denunció rápidamente el "discurso mesiánico" de Pence, que refleja que "la administración estadounidense forma parte del problema y no de la solución". Al mismo tiempo, el presidente palestino Mahmud Abas buscaba apoyos en Bruselas.
Cubierto de honores por los israelíes, vilipendiado por los palestinos, Pence llegó el domingo de noche a Jerusalén para una estadía de 48 horas marcada por el anuncio del presidente Donald Trump, el 6 de diciembre, respecto a la ciudad santa.
Esta ruptura unilateral con décadas de diplomacia estadounidense y con el consenso internacional ha provocado la cólera de los palestinos y manifestaciones en el mundo árabe y musulmán. Dieciocho palestinos y un israelí murieron en la violencia desatada desde entonces.
Trump corrigió el 6 de diciembre "una injusticia que ya tiene 70 años", declaró Pence.
"Jerusalén es la capital de Israel" y el presidente ordenó la mudanza de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, dijo. "La embajada de Estados Unidos abrirá antes de fines del año próximo" en Jerusalén, dijo, halagando a diputados israelíes, al primer ministro Benjamin Netanyahu y miembros de su gobierno.
Para los palestinos, Trump alcanzó el 6 de diciembre el 'summum' de su actitud proisraelí demostrada durante su primer año en el poder, desacreditando a Estados Unidos como mediador en los esfuerzos de paz.
Los dirigentes palestinos decidieron ignorar a Pence que, en un hecho excepcional, no se entrevistará con ninguno durante esta etapa de su primera gira en la región. Antes estuvo en Egipto y Jordania.
Pence es un ferviente evangelista y habría tenido una influencia preponderante sobre la decisión de Trump, ampliamente interpretada como una concesión a ese electorado, importante para el presidente.
"Instamos a la dirigencia palestina a regresar a la mesa" de negociaciones, dijo Pence en un discurso plagado de referencias bíblicas, y exaltando la creación del Estado de Israel. "La paz sólo puede llegar con el diálogo", añadió.
Al mismo tiempo, el presidente palestino llamaba en Bruselas a los 28 Estados miembros de la Unión Europea, "verdadera socia y amiga", a reconocer "rápidamente" a Palestina como un Estado independiente.
Israelíes y palestinos no mantienen negociaciones desde 2014 y el horizonte se muestra cada vez más sombrío para la paz. (I)