El Papa denuncia "hipocresía" en la Iglesia en su última misa
El papa Benedicto XVI condenó severamente este miércoles los males que aquejan a la Iglesia, como la hipocresía y sus divisiones, en su última homilía antes de hacer efectiva su renuncia.
El Pontífice, quien vestía la casulla violeta de la temporada de Cuaresma, pronunció sus duras críticas durante la misa solemne del Miércoles de Cenizas en la basílica de San Pedro, abarrotada por los fieles.
La Iglesia "está en ocasiones desfigurada" por "las divisiones dentro del cuerpo eclesiástico", manifestó el Papa alemán ante cardenales, obispos y miembros del cuerpo diplomático.
Igualmente la "hipocresía religiosa", así como "el comportamiento de los que aparentan" y las actitudes que buscan ante todo "los aplausos y la aprobación", e instó a a superar "el individualismo y las rivalidades".
Destacó la importancia del testimonio de fe y vida cristiana de cada uno de los seguidores de Cristo. "El verdadero discípulo no sirve a sí mismo o al público, sino a su Señor, de manera sencilla, simple y generosa", subrayó.
En la mañana, en su primera aparición pública tras su renuncia, explicó a los peregrinos de todo el mundo que deja el trono de Pedro "por el bien de la Iglesia" y pidió orar por su sucesor, que será elegido en un cónclave que se reunirá a mediados de marzo.