El Gobierno de Mariano Rajoy  anunció ayer  una nueva congelación en 2012 de los salarios de los funcionarios públicos, en el marco de sus primeras medidas de rigor para combatir un déficit público que se situará en torno al 8% del PIB y no en 6%, como había previsto el  Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría explicó que se ha aprobado un recorte de gasto de 8.900 millones de euros (11.500 millones de dólares) a los diferentes ministerios.

La única partida que el Ejecutivo aumentará será la relativa a las pensiones de jubilación, que se incrementarán un 1% en 2012, lo que corresponde al aumento previsto del Índice de Precios al Consumo (IPC).

También quedará congelado, por primera vez en la democracia española, el salario mínimo interprofesional, que en España es actualmente de 641 euros (824 dólares) al mes.

El Gobierno aprobó también aumentar durante dos años el llamado Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en lo relacionado con las rentas de trabajo y “especialmente de capital”.

El Consejo de Ministros español aprobó, además, una prórroga de tres subvenciones nominativas, a cargo de los Presupuestos Generales del Estado de 2012, destinada a la atención humanitaria de los inmigrantes, por importe de 16,2 millones de euros (cerca de 21 millones de dólares).

Tres organizaciones de ayuda percibirán una subvención de 13 millones de euros para programas de atención a solicitantes de asilos, refugiados, personas con estatus de protección internacional e inmigrantes en situación de vulnerabilidad. EFE/AFP