La ley electoral solo permite aportes de ciudadanos de ese país con derecho a voto
El Canciller de Chile enfrenta acusaciones
En medio de la crisis que ha significado para la Unión Demócrata Independiente (UDI), el mayor partido de la oposición de la derecha chilena, el escándalo por supuesto financiamiento ilegal de sus campañas políticas, es ahora el gobierno de Michelle Bachelet el que enfrenta acusaciones de presuntas irregularidades por un evento organizado en Nueva York en 2013 y que implica al canciller chileno Heraldo Muñoz.
El semanario The Clinic reveló detalles de una reunión social que ocurrió en esa ciudad estadounidense a bordo de un yate, contraviniendo supuestamente la legislación vigente en Chile, que sólo permite el aporte a campañas políticas de ciudadanos chilenos o bien extranjeros con derecho a voto.
La noticia cayó como un balde de agua fría en La Moneda, en especial, porque ocurre en medio del caso Penta que afecta a la UDI y que ha acentuado la deslegitimación de la clase política. Además, los dardos contra Bachelet tienen lugar en medio de su viaje a Nueva York, donde el lunes Chile asumió la presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según lo revelado por The Clinic, Heraldo Muñoz fue uno de los organizadores de una cena en un lujoso yate en Nueva York, para recaudar fondos para la campaña presidencial de Bachelet. En ese entonces, Muñoz era funcionario de Naciones Unidas. En la primera versión que dio sobre el caso, el canciller chileno dijo que efectivamente asistieron al yate diplomáticos y empresarios de distintos países que veían con buenos ojos que Bachelet retornara al poder.
Sin embargo, poco después Muñoz debió retractarse y cambió su versión. Entonces, dijo que “se trató de una actividad abierta y transparente. En concreto fue un cóctel en una embarcación al que fueron invitados alrededor de 40 personas, de las cuales asistieron menos de 20. Los contribuyentes fueron un número reducido de compatriotas residentes en Nueva York. No hubo aportes de extranjeros. Y las contribuciones de los chilenos se realizaron por los mecanismos que establece la ley”.
Pero a esas alturas, el caso comenzaba a copar los titulares de la prensa local. ¿En qué marco se dio la cena en el yate en Nueva York? Corría septiembre de 2013 cuando decenas de personas recibieron un correo electrónico de Mario J. Paredes, presidente Emérito de la Asociación Católica de Líderes Latinos en Estados Unidos, invitándolos “a nombre del embajador Heraldo Muñoz y un grupo de chilenos en Nueva York, a participar de una excursión de recaudación de fondos privada para apoyar la reelección de la Presidenta Michelle Bachelet”.
La participación en esta actividad exigía una donación de mil dólares a través de un cheque abierto, el cual debía ser entregado por mano a los organizadores o al propio Muñoz, quien en ese entonces era subsecretario general del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para América Latina y el Caribe.
Tras conocerse la realización del evento fue el propio Paredes quién reconoció a la televisión local la presencia de extranjeros en la actividad: “Había un par de médicos dominicanos, había un abogado puertorriqueño, había de varios países”. Pero poco después, aclaró: “Todos los que participamos en ese evento éramos chilenos, con excepción del dueño del barco, que era un italiano”.
La teoría del empate
En medio del escándalo por el caso Penta, la UDI ha intentado sacar provecho del llamado “Yate-gate”, como para “empatar” las denuncias por supuesto financiamiento ilegal de campañas políticas. En ese sentido, su directiva exigió al gobierno aclarar la forma en que esos dineros fueron entregados a la campaña, así como el listado de los asistentes a la cena. Además, la UDI logró que la misma comisión parlamentaria que investiga el caso Penta, cite al canciller Muñoz a declarar.
Adicionalmente, la bancada UDI informó que recurrirá a las autoridades norteamericanas para que investiguen lo sucedido, pues dado que Muñoz habría aparecido en la invitación a la cena en su calidad de presidente de la Fundación Gabriela Mistral, correspondería que se analizara el revoque en la exención de impuestos de la organización por haber participado en actividades de corte político.
Por su parte, altos personeros de gobierno salieron a poner paños fríos al episodio y a separar aguas. “Cada paso y esfuerzo en la campaña fue apegado estrictamente a la legislación chilena. Descarto cualquier irregularidad”, sentenció el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, mientras que ministro Secretario General de Gobierno, Alvaro Elizalde, recalcó que “la UDI se siente acorralada y sola, entonces quiere generar esta falsa sensación de empate, cuando se trata de situaciones distintas”.