El país insiste en que no busca armas nucleares
Donald Trump afirma que Irán no cumple con el pacto nuclear pero no lo abandona
Washington.-
Donald Trump anunció ayer que retira su apoyo presidencial al acuerdo nuclear con Irán, pero sin abandonar el pacto. Según el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, también le pide al Congreso que adjunte nuevas advertencias que podrían fortalecer el acuerdo o conducir a su ruptura, pero sin “reimponer” sanciones económicas.
Tras 12 años de crisis y 21 meses de intensas negociaciones, Irán logró con Barack Obama suscribir el 14 de julio de 2015 un acuerdo sobre su programa nuclear. La medida permitió que se levante una parte de las sanciones internacionales impuestas a Teherán a cambio de la garantía de que Irán no se iba a dotar del arma atómica.
Este acuerdo se firmó en Viena. Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Reino Unido) más Alemania, el Plan Global de Acción Común (PGAC) cumplieron sus partes. Como resultado del levantamiento de sanciones se abrió la puerta a la inversión extranjera. En julio de 2017, por ejemplo, un consorcio internacional, encabezado por el grupo francés Total, firmó proyectos con Irán.
Jan Martínez Ahrensei, columnista del diario El País de España, destacó que el secretario de Estado, Rex Tillerson; el jefe del Pentágono, Jim Mattis; y el jefe del Estado Mayor, Joseph Dunford, son partidarios de mantener con vida el acuerdo.
“Bajo su influencia, el Despacho Oval, más allá de los tuits incendiarios del presidente, ha certificado su continuidad en sus revisiones trimestrales. Nada excepcional si se tiene en cuenta que también la Agencia Internacional de la Energía Atómica y el resto de los firmantes sostienen que Irán cumple”, detalló Martínez.
¿Qué implica este anuncio?
El secretario de Estado indicó que Trump establece su insatisfacción -con lo que él ve como lagunas y fallas- en el acuerdo dentro de un cambio más amplio de la política estadounidense hacia Irán.
De acuerdo con el diario The Washington Post, antes de un discurso sobre Irán, Tillerson explicó: “El presidente en muchas ocasiones ha hablado sobre desgarrar el acuerdo o arreglar el acuerdo. Lo que estamos exponiendo aquí es un camino que creemos nos proporciona la mejor plataforma desde la cual tratar de arreglar este negocio”.
Por su parte, las autoridades de Irán insisten repetidamente en que no buscan armas nucleares, pero tampoco renunciarán a la capacidad de enriquecerse de uranio para reactores de energía e investigación.
El rol del Congreso
Con este anuncio Trump le pide al Congreso estadounidense que enmiende una ley que le dé a los legisladores una cierta supervisión sobre este acuerdo.
El periodista de El País explicó que las cámaras, con una fuerte atomización de voto, tienen 60 días para decidir el próximo paso. Es decir, en la medida que la Casa Blanca reconoce que Irán se atiene técnicamente al acuerdo, no pedirá que se reactiven las antiguas sanciones económicas contra el programa nuclear iraní. Pero sí quiere ampliar la diana contra el régimen de los ayatolás.
Tillerson especificó que entre las medidas de control al Congreso constan las condiciones para la cooperación estadounidense que aborde el desarrollo de misiles balísticos iraníes, así como supuestos apoyos para grupos terroristas o extremistas en Líbano, Yemen y otros lugares.
Según The Post, la administración también quiere abordar las “cláusulas de extinción” en el acuerdo que permiten a Irán reanudar ciertas actividades nucleares en un calendario de 10 a 15 años que comenzó a ejecutarse cuando se firmó el acuerdo.
Si la enmienda es aprobada por el Congreso e Irán no cumple con los nuevos requisitos, Estados Unidos podría imponer nuevas sanciones que romperían efectivamente el acuerdo. (I)
DATOS
Tras la firma, el acuerdo fue saludado en su día como un hito del multilateralismo y el diálogo. Un logro de la diplomacia de Barack Obama equiparable a los acuerdos de Camp David en 1978.
Desde el inicio halló resistencias de parte de Israel, el gran aliado de Estados Unidos en la región rechazó el texto de Viena.
El actual pacto se circunscribe a las armas nucleares, pero esto no define todo el campo de acción política.
Irán es un factor de desestabilización regional y hay que corregir deficiencias que no estaban contenidas en lo suscrito. “No desaparece lo pactado, sino que buscamos abrir una negociación sobre otros puntos que no se han tratado. Antes que romper, queremos arreglar”, señaló una fuente anónima del Departamento de Estado. (I)