Grupos de jóvenes, algunos de ellos encapuchados, protagonizaron violentos disturbios al término de las dos marchas de estudiantes celebradas hoy en Santiago de Chile, pese a que estas habían transcurrido de forma pacífica.

Los jóvenes comenzaron a lanzar piedras y a romper varios semáforos y señales en la confluencia de las calles Blanco Encalada con Beaucheff, donde convergieron las dos manifestaciones autorizadas por la Intendencia (gobernación).

También se produjeron enfrentamientos entre hinchas del Colo Colo y de la Universidad de Chile, los dos equipos de fútbol más populares del país.

Las escaramuzas se desarrollaron a apenas 80 metros del escenario donde se celebró un acto cultural, cerca del cual se habían congregado centenares de manifestantes pacíficos.

En ese punto había un escaso despliegue policial y los agentes de Fuerzas Especiales de Carabineros tardaron unos 15 minutos en llegar al lugar para dispersar a los encapuchados con carros lanzaaguas y lanzagases.

Los gases afectaron también a los estudiantes pacíficos, que tuvieron que abandonar el lugar.

Mientras tanto, un grupo de encapuchados atacó una gasolinera cercana, tomó las mangueras y dejó que el combustible se derramara en el suelo.

Otros jóvenes extrajeron material de construcción de una obra cercana para incendiar una barricada.

Un asistente de cámara del Canal 13 de televisión y un camarógrafo chileno que cubría la manifestación para Televisión Española resultaron con heridas leves al recibir los impactos de sendas piedras.

Los desórdenes continuaban a las 13.30 hora local (16.30 GMT), sin que se haya informado hasta el momento del número de detenidos.

Ayer, en el primer día de movilización, grupos de encapuchados también encendieron barricadas y quemaron un autobús del transporte público, hecho por el cual el Gobierno presentó hoy una querella contra quienes resulten responsables invocando la Ley de Seguridad del Estado.

Este martes hubo 263 personas detenidas en todo el país.