Al menos diez presos amotinados murieron este lunes en una cárcel de Kazajistán, debido a una explosión registrada durante el asalto que llevaron a cabo las fuerzas de seguridad de ese país centroasiático.

Según las autoridades penitenciarias kazajas, los reos provocaron una explosión suicida con una bomba casera cuando comenzó el asalto policial al edificio de la zona industrial de la prisión donde se habían refugiado, informan las agencias rusas.

Bajo los escombros del inmueble pueden encontrarse los cuerpos de otros seis amotinados, todos condenados a largas penas de cárcel por graves crímenes en la penitenciaría de la localidad de Balshaj, añadió la fuente.

El motín empezó en la madrugada de este lunes, cuando el grupo de presos, tras fracasar en un intento de fuga, abrió fuego contra los funcionarios de la penitenciaría, mataron a un sargento de guardia e hirieron de diversa gravedad a otros tres.

En principio, se informó de que los reclusos habían tomado como rehenes a una treintena de personas, en su mayoría reos, motivo por el que las autoridades habrían pospuesto la operación de asalto.

No obstante, esto fue negado posteriormente por los funcionarios de prisiones de Kazajistán.