Crisis migratoria se agrava en el Mediterráneo
La crisis migratoria en el Mediterráneo se agrava ante la decisión del nuevo gobierno populista de Italia y de la administración de Malta, de rechazar las embarcaciones de rescate de inmigrantes. Esta situación también mantiene sumida a Europa en una crisis política sobre cómo manejar de forma colectiva la llegada de cientos de personas que diariamente huyen de la guerra y la miseria en África, Medio Oriente y Asia.
Después de que el barco de la ONG alemana Lifeline navegara durante cinco días en aguas del Mediterráneo fue Malta el país que permitió la llegada de esta nave a su territorio. Allí estará a la espera de autorización para atracar en algún puerto europeo, lo cual podría generar una amplia discusión respecto a qué país debe hacerse responsable de los inmigrantes que van a bordo.
El Gobierno de Malta está dispuesto a permitir que el barco de rescate “Lifeline” atraque en su puerto con la condición de que los 234 migrantes que viajan a bordo sean distribuidos entre países dispuestos a acogerlos.
Según las fuentes consultadas por Times of Malta, hasta el momento cuatro países confirmaron su disposición de acoger a parte de los rescatados -Italia, Malta, Francia y Portugal-, mientras que otros tres -Alemania, Países Bajos y España- evalúan esta opción.
Una vez en tierra, “se investigará a la embarcación, para averiguar su efectiva nacionalidad y si se respetó las reglas de derecho internacional por parte de la tripulación”. “Italia hará su parte y acogerá una cuota de inmigrantes que están en el ‘Lifeline’ con la esperanza de que otros países europeos hagan lo mismo”, subrayó el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en un comunicado.
El fundador de “Lifeline”, Axel Steier, señaló que, una vez que estas personas estén en tierra, deberá iniciarse una investigación para esclarecer “qué Estado fue responsable por incumplir las directrices de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sobre personas socorridas en el mar”.
El ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, celebró en Twitter que esta ONG vaya a desembarcar en Malta y no en Italia y aseguró que “este barco fuera de la ley será finalmente inmovilizado”, después de atracar en la isla.
Según el gobierno de Malta, el capitán del navío “ignoró las instrucciones dadas, de acuerdo con las reglas internacionales, por las autoridades italianas”, cuando estas les indicaron que no intervinieran en el salvamento porque lo haría la Guardia Costera de Libia.
Por su parte, la ONG alemana dijo no tener notificación oficial de la decisión. “Durante días hemos tenido que leer en Twitter lo que nos sucede. Casi ningún mensaje directo. Ahora leemos que estamos autorizados a entrar en Malta. Agradecemos el apoyo maltés pero ahora necesitamos que los países de la Unión Europea reciban a las personas”, indicó Mission Lifeline en su Twitter.
De momento, la situación del barco se está complicando debido al mal tiempo de las últimas horas y los inmigrantes pasan frío ya que toda la ropa y mantas están mojadas. Además de la falta de comida, también empieza a escasear el combustible, explicaron desde la ONG.
Alexander desembarca en Sicilia
El buque de carga Alexander Maersk atracó en el puerto italiano de Pozzallo, en la isla de Sicilia, para desembarcar a los 108 inmigrantes y refugiados que lleva a bordo desde hace días tras ser rescatados en el mar Mediterráneo, informó la OIM.
Los inmigrantes y refugiados que embarcaron en el carguero fueron rescatados por el buque de Lifeline y transferidos posteriormente al Alexander Maersk. “Por razones humanitarias el barco danés podría atracar en las instalaciones portuarias para ayudar a los migrantes”, afirmó el alcalde de Pozzallo, Roberto Ammatuna. (I)