Médicos Sin Fronteras culpa a las políticas europeas de las muertes en el Mediterráneo
Médicos Sin Fronteras ha asegurado que las muertes en el Mediterráneo son "el resultado directo de las políticas europeas" y ha acusado a la UE de "hipocresía", después de que más de cien de personas hayan perdido la vida en el mar en las últimas 72 horas debido a tres naufragios.
La organización han denunciado este viernes que, además, seis barcos de búsqueda y rescate de diferentes ONG permanecen bloqueados por las autoridades italianas y europeas.
Además de los naufragios registrados en los últimos días, los equipos de MSF han atendido en Libia a tres supervivientes rescatadas por unos pescadores después de que ayer una embarcación de madera volcara y dejara a otras 20 personas muertas o desaparecidas en el agua.
En este sentido, han asegurado que la responsabilidad de estas muertes recae "directamente en los estados miembros de la UE, como resultado específico e inevitable de sus criminales políticas de no asistencia y bloqueo de los barcos de rescate de las ONG". "Basta ya de vacuos lamentos como respuesta", ha asegurado en el comunicado.
"Que los gobiernos europeos o la Comisión Europea digan que están afligidos por esta terrible pérdida de vidas es, en el mejor de los casos, hipócrita", ha condenado la responsable de Asuntos Humanitarios de MSF, Hassiba Hadj Sahraoui, quien les ha urgido a "dejar ya su doble discurso y admitir su responsabilidad".
"Naufragios como estos son el resultado directo de su gestión de la migración", ha sentenciado.
Doble discurso
La UE participa en "la farsa de dar la bienvenida o reconocer el valor del trabajo de las ONG para salvar vidas, mientras orquestan o respaldan su criminalización", señala MSF en un comunicado. "Así, los estados han optado por diezmar todavía más la capacidad de búsqueda y rescate a la vez que han rechazado cumplir sus obligaciones internacionales y marítimas de asistir a quienes se encuentran en peligro en el mar", continúa.
Este miércoles 11 de noviembre, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), aseguró estar "comprometidos con salvar vidas en el mar en estrecha cooperación con todos los agentes operativos".
Sin embargo, reseña MSF, ha evitado "continuamente" compartir información de las ONG, a la vez que envía sus ubicaciones a la Guardia Costera de Libia para que puedan ser interceptados y devueltos a la fuerza".
Por otra parte, MSF ha urgido a los estados miembro a "dejar de culpar de esta pérdida de vidas únicamente a la insensibilidad de los traficantes" y a aceptar que "estas numerosas muertes son el resultado de sus decisiones políticas".
En lo que va de 2020, casi 700 personas han fallecido en su intento de escapar de Libia a través del Mediterráneo central, mientras que, ahora mismo, el barco de rescate Open Arms es el único buque civil capaz de operar, ya que seis barcos de diferentes ONG están impedidos de reanudar las operaciones de búsqueda y rescate bajo el pretexto de garantizar una navegación segura.
Además de los naufragios y las muertes causadas, MSF señala que se han disparado las intercepciones por parte de la Guardia Costera de Libia, que ha devuelto al país a casi 1.000 personas entre el 3 y el 9 de noviembre, cifra indicativa de la gran cantidad de refugiados que han intentado escapar desde Libia.
"La trata de personas debe combatirse, pero no a expensas de sus víctimas que, en lugar de recibir asistencia y protección, quedan atrapadas y devueltas a un ciclo de abusos interminables. O simplemente se ahogan en el mar", concluye la organización. (I)