Estados Unidos entra a la recta final de las elecciones en medio de la pandemia y la polarización
La pandemia no es el único problema de Estados Unidos en este año electoral. El país está más polarizado que nunca: el descontento y las críticas en contra del presidente Donald Trump son más evidentes en una parte de la sociedad, así como lo es el fuerte apoyo que tiene en sectores anglosajones.
Esta semana se confirmó que las elecciones de 2020 han contado con la mayor participación anticipada de los últimos 40 años. La batalla en los estados que pueden cambiar los resultados de los comicios continúa y la tarea de los candidatos se enfoca en convencer al 3% de los indecisos.
Trump desarrollará mítines en Michigan, Nebraska y Wisconsin, antes del 3 de noviembre. La primera dama, Melania, visitará ciudades del norte del país. Mientras que el candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, y su compañera de fórmula, Kamala Harris visitarán dos estados tradicionalmente republicanos: Georgia y Texas.
La campaña demócrata incluye desde el pasado martes la participación del expresidente Barack Obama quien ha realizado eventos en Florida, otro estado republicano que puede influir en los resultados. El exmandatario tuvo que lidiar con las declaraciones de Trump, que señalan a los demócratas como socialistas.
Trump en sus mítines sigue restándole importancia a la pandemia. Evita hablar de las cifras de muertos o contagios en el país a causa del coronavirus, pese a que Estados Unidos rebasó las cifras de casos registradas en Europa y sobrepasó ya los 8,2 millones de infectados.
Biden, por su parte, se enfoca en el mal manejo de la crisis de salud, en la respuesta negativa o nula de Trump ante la pandemia y la expansión del virus; y parece ser que la estrategia de su campaña ha resultado pues se mantiene arriba en las encuestas.
Según el portal de noticias Real Clear Politics, en las encuestas Biden tiene ya 232 delegados mientras que Trump solo tiene a su favor 123. Pero faltarían por definirse 181 y las predicciones podrían no ser acertadas, como pasó en la anterior elección presidencial.
En 2016, una semana antes de las elecciones, sólo habían votado poco más de seis millones de personas. Este año, datos de US Election Project confirman que más de 69 millones de estadounidenses votaron de forma anticipada. La participación fue mayor, incluso en estados claves como California, Virginia y Texas.
Además, 46.504.012 votos fueron enviados por correo y 23.131.183 electores emitieron su voto en los centros de votación anticipada. Los electores registrados por el partido Demócrata suman 16.153.706, mientras que los registrados por el partido Republicano son 9.784.075.
Se espera que el número de votos anticipados aumente antes del fin de semana, ya que los estados grandes como Nueva York abrieron en los últimos días sus centros de votación anticipada. Además, la capital, Washington DC, abrió el martes sus centros electorales.
“Más gente está más consciente de la importancia del voto y de los cambios locales que pueden lograr. La gente quiere estar más activa a la hora de actuar por su comunidad y eso es lo que estamos viendo en estas elecciones”, explicó Michelle Beroy, de la Junta Electoral de Washington DC, a la Agencia Anadolu.
Desde antes de las elecciones, ambos partidos políticos sabían que este año, el voto latino será importante y hasta decisivo en algunos estados. Sin embargo, el voto latino nunca ha sido predecible.
En el país hay 32 millones de latinos e hispanos aptos para ejercer el voto. Biden enfocó su campaña y su mensaje hacia este grupo en el tema migratorio. En el último debate incluso dijo que Estados Unidos les debe mucho; además, se adelantó a decir que como presidente puede saldar esa deuda, dejando abierta la puerta a una posible legalización de más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.
Trump, en cambio, continúa reforzando el mensaje negativo en contra de los inmigrantes indocumentados. Durante el último debate presidencial, hace una semana, el presidente afirmó que los que continúan regresando al país después de haber sido deportados, son los que “tienen un IQ muy bajo”.
La directora de la Oficina de Asuntos Latinos, de la Alcaldía de Washington DC, Jacky Reyes Yáñez, dijo que debido al contexto que vive la comunidad latina y el país entero, en este momento los latinos deben tomar conciencia de la importancia de su voto.
Washington DC, donde residen por lo menos 700.000 latinos es una de las ciudades demócratas por tradición. Allí 36.000 hispanos están registrados en el padrón electoral. (I)