En los últimos meses no solo circulan por las redes sociales de los chilenos imágenes de triunfos deportivos, como la Copa América Centenario, también aparecen fotografías de los llamados “cabildos” ciudadanos, que en la primera etapa del proceso constituyente buscan concretar una nueva Constitución en reemplazo de la heredada del régimen de Pinochet. En un hecho poco usual, muchos chilenos -especialmente los más jóvenes- compartieron su entusiasmo con imágenes de su participación en estas reuniones en redes como Facebook e Instagram.

En estos cabildos, que se realizaron tanto en Santiago como en otras regiones del país, la ciudadanía se expresó sobre una infinidad de temas relevantes para la redacción de la futura Carta Magna. En estas reuniones, que oficialmente recibieron la denominación de Encuentros Locales Autoconvocados (ELA), los derechos más mencionados fueron: salud, educación e igualdad ante la ley. Los chilenos tuvieron la opción de responder a través de un cuestionario virtual por los temas que, según ellos, deberían estar presentes en la nueva Constitución.

¿Cuál fue el balance de esta primera etapa? El Gobierno informó que 230.000 personas participaron de estos encuentros ciudadanos y que tras esta etapa de discusión ciudadana directa se escribirá un resumen con las propuestas surgidas de estas reuniones que servirán como insumos para la redacción de la nueva Carta Magna. Pero en paralelo, el gobierno de Michelle Bachelet enviará una reforma constitucional que habilitará al próximo Legislativo a definir el método con que finalmente se concretará el cambio de Constitución. Eso, no antes de 2018.

Marcelo Díaz, vocero del Gobierno, informó que a partir de ahora lo que se espera es el trabajo de sistematización del resultado de los cabildos, a fin de constituir las bases ciudadanas para la Constitución, que les serán entregadas a la Presidenta a más tardar en octubre próximo. Y en torno a ellas se genere el proyecto de Nueva Constitución que la mandataria enviará al Congreso.

“Tenemos la convicción de que la futura Constitución será probablemente la más democrática de la historia de nuestro país”.

El proceso constituyente, que se hará por fases, fue anunciado por la presidenta Michelle Bachelet en octubre de 2015. En diciembre pasado el Gobierno lanzó una serie de spots televisivos que llevan por nombre “El Constitucionario”, en los que explicaron de manera didáctica la importancia de la Carta Magna y el proceso constituyente en Chile con 5 conceptos centrales: libertad, democracia, República, igualdad y Constitución.

Como la Constitución de Pinochet no contempla mecanismos para la elaboración de una nueva Carta Magna, el gobierno de Bachelet enviará un proyecto de reforma constitucional al Parlamento. De esta manera, el actual Congreso deberá habilitar al Legislativo que resulte electo en los comicios de 2017 para que ese órgano decida el mecanismo de discusión del proyecto entre cuatro alternativas: comisión bicameral de senadores y diputados; una convención constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos; la convocatoria a una Asamblea Constituyente o bien que el Congreso pueda llamar a un plebiscito. (I)