La economía chilena atraviesa un período de desaceleración, con bajos niveles de confianza y una caída de la inversión. El año pasado se registró un crecimiento de 2,1% y para este año podría alcanzar apenas el 1,5% de acuerdo al Banco Central. Según dijo la presidenta Michelle Bachelet, “Chile sigue siendo la economía más competitiva de América Latina”. Si bien en los últimos años el país profundizó su apuesta por la Alianza del Pacífico, no ha descuidado su relación con el Mercosur.

En ese marco, Chile profundizó esta semana su intercambio comercial con Uruguay, miembro clave del bloque Mercosur, que ya en abril pasado dio un importante paso con la firma de un acuerdo para eliminar la doble tributación del impuesto a la renta y nuevos controles para evitar la evasión fiscal. En un hecho que fue calificado de “histórico” por ambas partes, Santiago y Montevideo firmaron un tratado bilateral en materia de servicios, con un fuerte énfasis en el rol de las mujeres.

El tratado comercial amplía el ya existente con la incorporación del libre tránsito de servicios, la coherencia regulatoria, facilitación de comercio, armonización de las normas aduaneras y la implementación de las normas para las pequeñas y medianas empresas para facilitar sus operaciones comerciales. El acuerdo tomó 8 meses de trabajo, con 10 ministerios involucrados y más de 50 técnicos.

El canciller Heraldo Muñoz explicó que uno de los capítulos “inéditos e innovadores” en el tratado comercial, tiene que ver con la perspectiva de género. “Recientemente en nuestros países la mujer se está incorporando al mercado de trabajo”. A su vez, su par uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, afirmó que el acuerdo “va a traer un gran beneficio en los índices de prosperidad de chilenos y uruguayos”.

Desde 1996 las exportaciones de Uruguay a Chile crecieron a un promedio anual de 6,6%. Hoy operan 70 empresas de capitales chilenos en Uruguay, que permiten la generación de 10 mil empleos. Los montos en ese sentido superan los $ 4.500 millones. La mayoría de estas inversiones se concentra en el sector industrial, asociados a la producción de celulosa. (I)