El Gobierno chileno se mantuvo este jueves firme y volvió a condicionar el diálogo en la región de Aysén al restablecimiento del orden público, a pesar de que los vecinos habían anunciado una reducción del bloqueo en una ruta principal como gesto para reactivar las conversaciones.

"El Gobierno ratifica su decisión de condicionar el diálogo de la mesa de trabajo de Aysén al restablecimiento del orden público y al término de los bloqueos de los caminos", declaró el portavoz del Ejecutivo, Andrés Chadwick, en una declaración pública.

"Lo hacemos por respeto y en defensa de los legítimos derechos de todos los ciudadanos de Aysén, y como demostración clara y fuerte del compromiso de este Gobierno con su deber ineludible, constitucionalmente establecido, de exigir el respeto del orden público", remarcó.

El portavoz del Movimiento Social de la región de Aysén, Iván Fuentes, consideró en declaraciones a Televisión Nacional que la respuesta del Gobierno es "una muy fea señal política, es una irresponsabilidad política desafiar la voluntad de una región entera".

"Si este gesto (de reducir tiempo de los bloqueos) no es suficiente, creo que el Gobierno no tiene nada por ofrecernos", recalcó Fuentes, quien consideró que los vecinos han rebajado el nivel de las movilizaciones y el Gobierno "lo ha radicalizado y ha desafiado la voluntad de la gente".

Tras recibir la respuesta del Gobierno, Fuentes y otros dirigentes del movimiento se reunieron para decidir cuál será su postura, sobre la que todavía no ha habido ningún adelanto.

Los líderes del movimiento ciudadano habían anunciado a primera hora de este jueves que iban a reducir de siete a dos horas el período de bloqueo del tránsito entre Coyhaique, la capital de Aysén, y Balmaceda, donde se encuentra el principal aeropuerto de la región.

Esta medida, que permitirá descongestionar la entrada y salida de pasajeros por vía aérea, la habían tomado como "gesto de buena voluntad" para retomar el diálogo, aunque sostenían que en todos los otros ámbitos la movilización general se mantenía como hasta ahora.

El ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, que es el enviado especial del Gobierno a la zona, ya condicionó ayer el diálogo al cese de los bloqueos durante una reunión sostenida ayer con los dirigentes vecinales que duró apenas veinte minutos.

Los pobladores de Aysén, que suman poco más de 100 mil y está situada 1.600 kilómetros al sur de Santiago, comenzaron estas protestas el pasado 13 de febrero para exigir una mejor conexión con el resto del país, subsidios a los precios de los combustibles y un salario mínimo más alto, entre otras demandas.