Han sido hechos inesperados, con un alto impacto en la población. Primero, el año pasado se anunció un alza de un 82% en el precio del pasaporte para los chilenos, que actualmente se sitúa en 130 dólares, algo que despertó fuertes críticas ciudadanas. En ese momento, el gobierno justificó el alza en el hecho de que ahora el documento es biométrico y tiene una duración de cinco años. Pero ahora más ha sorprendido el alza para la visas de los ciudadanos extranjeros que necesitan establecerse en Chile, entre ellos la comunidad ecuatoriana.

Hace algunos días el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile anunció una serie de alzas en el precio de las visas para ciudadanos peruanos, bolivianos y ecuatorianos. El precio se duplica en todos esos casos. Así por ejemplo, en el caso de los migrantes ecuatorianos, el precio de la visa pasará de 180 dólares (valor de 2015) a 350 dólares, es decir, un alza de 94%.

En el caso de los ciudadanos bolivianos, la visa temporal que permite establecerse en Chile por un máximo de dos años, pasará de 283 dólares a 568, mientras que en el caso de los peruanos si antes las visas temporales de trabajo o para estudios costaban 80 dólares, ahora subieron a 200 dólares. En el caso de los peruanos el incremento es de nada menos que 150%.

Según el diario La Tercera de Chile, la determinación del valor que deberán pagar los extranjeros que quieran establecerse en Chile está sujeto a una norma del Ministerio del Interior, que señala que los valores que pagarán los migrantes “serán equivalentes a los montos que establece el arancel consular de Chile (...) y, en general, se aplicará el principio de reciprocidad para su determinación cuando corresponda”. 

Alejandro Riveros, cónsul de Perú en Chile, afirmó que la decisión de la Cancillería chilena “nos ha sorprendido muchísimo”. En el Ministerio de RR.EE, comandado por el canciller Heraldo Muñoz, han informado que “el Cuadro de Visas y Aranceles es elaborado todos los años de acuerdo a las facultades que le otorga la legislación vigente, siendo un proceso riguroso y metódico. Para la preparación del mismo, se consulta a todas las representaciones diplomáticas y consulares de Chile en el exterior respecto de los valores que los correspondientes países aplican a las visas solicitadas por los ciudadanos chilenos”.

Para Marcela Correa, coordinadora Nacional de Incidencia, Servicio Jesuita a Migrantes, “en nuestras tres oficinas, durante 2015, atendimos directamente a 2.868 personas. El 80% de ellos provienen de países de la región y llegaron a Chile con el legítimo derecho a mejorar su calidad de vida, buscando oportunidades laborales. La mayoría está accediendo a trabajos precarios con baja remuneración. Normalmente acceden a empleos que los chilenos ya no están aceptando y cuyo ingreso promedio no supera los 400 dólares. Con los nuevos precios, el costo total de las visas para un grupo familiar de cuatro personas de Bolivia, sería de más de un millón y medio de pesos. Por lo tanto, es casi imposible que puedan regularizarse en Chile”. (I)