El cardenal Errázuriz enfrenta a la justicia chilena por abusos sexuales
En silencio y sin dar declaraciones a la prensa, el cardenal emérito Francisco Javier Errázuriz llegó a la Fiscalía Centro Norte de Santiago de Chile para declarar ante la justicia.
El exarzobispo de Santiago está imputado por encubrir cuatro casos de abusos sexuales contra menores cometidos por religiosos. Fue interrogado con relación a las causas que involucran a los sacerdotes Tito Rivera, Óscar Muñoz y Jorge Laplagne.
La declaración de Errázuriz, de 85 años, se produjo después de un día emblemático para el fin a la impunidad a los abusos sexuales en la Iglesia.
El miércoles, la Corte de Apelaciones ordenó al Arzobispado de Santiago pagar a tres víctimas del influyente sacerdote chileno Fernando Karadima, quien por décadas abusó sexualmente de niños y adolescentes.
La justicia determinó que el sociólogo José Murillo, el periodista Juan Carlos Cruz y el médico James Hamilton, los tres denunciantes, reciban cada uno 100 millones de pesos ($ 147.000).
Errázuriz, quien fue arzobispo de Santiago desde 1998 hasta 2008, es una pieza clave de la resolución.
Es señalado por las víctimas, junto a su sucesor Ricardo Ezzati, como la figura emblemática del encubrimiento de los abusos protagonizados por el otrora poderoso párroco de la parroquia El Bosque: Karadima.
Sin embargo, él defiende su inocencia.
Murillo, una de las víctimas, enfatizó que “el cardenal Errázuriz no puede decir con esa desfachatez que él nunca encubrió, porque sí lo hizo y la justicia lo dice”.
La Fiscalía Nacional de Chile investiga a 219 religiosos chilenos en 158 casos de abusos sexuales contra 241 víctimas, de quienes 123 eran menores de edad cuando ocurrieron los hechos. (I)