Breivik cierra juicio pidiendo su absolución y amenazando con nuevos ataques
El ultraderechista Anders Behring Breivik cerró este viernes el juicio por los atentados del 22 de julio de 2011, en Noruega en los que mató a 77 personas, reclamando su absolución por entender que actuó en defensa de su país, y amenazando con nuevos ataques de otros extremistas.
"Los atentados del 22 de julio fueron ataques preventivos en defensa de mi grupo étnico, y por eso no puedo reconocer la culpa. Actué en nombre de mi pueblo, mi religión y mi país. Exijo ser puesto en libertad", dijo Breivik, según medios digitales noruegos.
La historia juzgará a los cinco jueces del tribunal si condenan a un hombre que intentó frenar "el mal de hoy en día", sostuvo Breivik, quien volvió a apelar a la historia para decir que "a veces es necesario cometer una barbarie para frenar otra aún mayor".
Breivik defendió que es penalmente responsable y no padece ningún transtorno grave, y atacó a los dos autores del primer informe psiquiátrico, que le diagnosticaron una esquizofrenia paranoide, porque son los únicos de un total de 37 expertos que han encontrado síntomas psicóticos en él.
El ultraderechista dijo que los noruegos "responsables" no se van a resignar y van a luchar para no ser minoría en su país por culpa de la sociedad multicultural que defiende la elite política.
"Mis hermanos en los movimientos de resistencia noruego y europeo están sentados siguiendo este caso mientras planean nuevos ataques. Pueden ser responsables de que 40.000 personas mueran", dijo amenazante a los jueces.
El extremista noruego acusó a muchos de sus compatriotas de sufrir "auto-odio cultural" y explicó que la medicina es "más nacionalismo". Varios familiares de las víctimas abandonaron en silencio la sala antes de que comenzara a hablar, en señal de protesta.