Un ciudadano noruego fue condenado a tres años y seis meses de prisión por haber conservado el cadáver de su pareja en un congelador, en su residencia en la localidad sueca de Varmland.

El implicado confesó haber metido en un congelador el cuerpo sin vida de la mujer, quien también era noruega. El hombre encontró muerta a su pareja a inicios de 2018, según el sentenciado la mujer había fallecido por cáncer.

Según el portal de noticias RT, “En los interrogatorios policiales, el acusado aseguró que el deseo de su pareja era ser enterrada en una granja y no en un cementerio público, por lo que decidió guardar el cadáver en el congelador hasta primavera o verano. Sin embargo, nunca implementó el plan porque "perdió el control de sí mismo"”.

Pero durante más de cinco años, el hombre ocultó que su pareja falleció e incluso inventó a sus familiares que estaba de viaje y que no quería tener contacto con ellos. Pero en marzo de 2023, confesó todo y el cuerpo fue hallado en un refrigerador de alimentos.

Según los reportes, ocultar la muerte de su esposa le permitió al implicado seguir cobrando su pensión en Noruega. Las autoridades sostienen que el delito se convirtió en una actividad sistemática y calculan que el monto de defraudación a su país natal asciende a 1,2 millones de coronas noruegas, es decir unos 112.000 dólares.