Bachelet y el desafío de reencantar a los chilenos (VIDEO)
Casi. Esa fue la palabra que más se repitió la noche del domingo en el comando de Michelle Bachelet, pero también en los comentarios casuales de los chilenos. La expresidenta (2006-2010) y líder del pacto de la Nueva Mayoría, consiguió un 46,6% en las elecciones, por lo que deberá disputar una segunda vuelta con la candidata derechista Evelyn Matthei (25,01%) el 15 de diciembre.
En la segunda vuelta se espera que Bachelet se acerque al electorado de Enríquez-Ominami.Se pensaba que Bachelet podría ganar en primera vuelta, pero la votación de Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi, que obtuvieron el tercer y cuarto lugar, respectivamente, generó el balotaje, ya que ambos sumaron un 21%. Además, los otros cinco postulantes a la Presidencia chilena consiguieron en su conjunto un 7%. En quinto lugar quedó el candidato de la izquierda, Marcel Claude, con un 2,8%. En la elección presidencial hubo varias sorpresas: Matthei recibió un bajo apoyo, considerando que en 2009 el presidente Sebastián Piñera logró un 44% en primera vuelta.
Al mismo tiempo, no se esperaba que Enríquez-Ominami, un exdiputado que renunció a la Concertación, obtuviera ese caudal de votos. Las encuestas daban como tercero a Parisi, el llamado ‘economista del pueblo’, que le quitó un porcentaje importante de sufragios a Matthei.
La otra sorpresa fue la baja votación. Los chilenos no acudieron en masa a las urnas. Esta era la primera elección general con voto voluntario e inscripción automática. El domingo votaron 6,6 millones de personas de un padrón de 13,5 millones. Esta es la participación más baja desde 1989 y significa que un 44% no participó. Esto le resta legitimidad al sistema y a la futura Presidenta, si no consigue aumentar sus votos. Además, no se sabe cuántos irán a votar en diciembre. Para hacerse una idea, en la primera vuelta de 2009 votaron 7,2 millones.
La derecha pierde escaños
Para la derecha, las elecciones también significan una derrota porque no tendrá mayoría en el Congreso. La Nueva Mayoría tendrá 21 senadores y la Alianza por Chile (oficialismo) 16, de un total de 38. Es decir, la centroizquierda ganó uno y la derecha se mantendrá igual. En la Cámara Baja, el conglomerado de Bachelet tendrá 68 diputados y la Alianza 48, de un total de 120 escaños. Varios ‘pesos pesados’ de la política chilena, tanto de oposición como del oficialismo, perdieron en sus regiones, mientras que cuatro líderes estudiantiles resultaron electos diputados.
Pese a que a partir del 11 de marzo la Nueva Mayoría tendrá más congresistas que sus rivales, la cantidad de senadores y diputados electos no le alcanzará para concretar las reformas ofrecidas al electorado, como educación gratuita y de calidad, cambios en el sistema de pensiones, reforma tributaria y suprimir la Constitución heredada del régimen de Augusto Pinochet. Así, Bachelet tendrá que negociar con la Alianza.
A pesar de su disminuido apoyo, la derecha chilena sacó cuentas alegres por el solo hecho de que Bachelet no ganó en primera vuelta. De todos modos, un vuelco el próximo 15 de diciembre es algo impensado. Incluso se estima que la líder de la Nueva Mayoría conseguirá una importante ventaja en el balotaje. Pero de todos modos, Bachelet quedó herida. ‘El huracán que no fue’, señaló el sitio web El Mostrador, de tendencia centroizquierdista, al referirse a la votación de Bachelet.
“El desafío de ganar en primera vuelta era muy complejo”, dijo la expresidenta la noche del domingo, mientras que Matthei señaló: “Las puertas de esta candidatura están abiertas para todos”. Sin embargo, los analistas sostienen que es difícil que la candidata del oficialismo pueda generar un clima favorable a su candidatura y entusiasmar a los votantes de su sector, debido a que está claro que Bachelet ganará la segunda vuelta. Además, parte importante de la votación de Enríquez-Ominami y de los candidatos ‘más chicos’ se espera que emigre a Bachelet. A su vez, el 10% de Parisi podría diluirse o bien emigrar en algún grado a Matthei.
“No votaré en segunda vuelta”, dijo Parisi, mientras que Enríquez-Ominami fue enfático: “Yo no marco por la Concertación, no votaremos por el duopolio”. Para el analista político Max Colodro, esta primera vuelta deja a Michelle Bachelet con la opción casi segura para ganar en segunda vuelta. “No fue la paliza que se esperaba, por las expectativas. Para los partidarios de Bachelet, esto tuvo un sabor amargo”, comentó el columnista del diario La Tercera, Héctor Soto.
En la campaña con miras a la segunda vuelta, se espera que Bachelet se acerque al electorado de Enríquez-Ominami, poniendo aún más fuerza en su programa de reformas y en el desencanto generalizado del sistema económico y social chileno. Eso le será suficiente para regresar a La Moneda por su ‘revancha’. En Chile reina una sensación de hastío debido a la enorme brecha entre las diferentes clases sociales, pese a que, en materia macroeconómica, las cifras son azules: la economía ha crecido a un ritmo anual de 5%, el desempleo es de un 5,7% (el más bajo en años), el ingreso per cápita es de 18 mil dólares, la inflación está controlada y las finanzas en orden.
Datos
En la Cámara Baja, la Nueva Mayoría, integrada por socialistas, socialdemócratas, democristianos y comunistas, lograría obtener 68 diputados, frente a los 48 de la Alianza de derecha y cuatro independientes, sobre 120 diputados, según los primeros resultados del Servicio Electoral.
En el Senado, la Nueva Mayoría obtendría 21 senadores, la Alianza de derecha 16 y 1 independiente, sobre 38 miembros.