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La mandataria insistió en que el país no atraviesa una recesión económica

Bachelet reconoce que ha sido un año "muy duro" para su familia

Este año, al igual que otros en Chile, han sido constantes las protestas a favor de la gratuidad de la educación superior, un tema que Bachelet impulsa.
Este año, al igual que otros en Chile, han sido constantes las protestas a favor de la gratuidad de la educación superior, un tema que Bachelet impulsa.
Foto: AFP
28 de diciembre de 2015 - 00:00 - Alejandro Tapia, corresponsal en Santiago de Chile

Ha sido un año sumamente difícil para Chile. Tanto que hasta la propia presidenta, Michelle Bachelet, lo reconoce: las reformas más emblemáticas de su gobierno se han retrasado, la situación económica del país enfrenta una marea de dificultades, se ha registrado una serie de desastres naturales —terremoto incluido— y sendos casos de corrupción han alejado a la ciudadanía del gobierno, pero también de otros estamentos de la sociedad chilena.

A pesar de todo, la mandataria socialista tiene 2 motivos para comenzar a sonreír: su popularidad comienza a recuperarse (27% en el último mes), mientras que el 35% de los chilenos estima que en 2016 Bachelet gobernará “mejor que ahora” y solo el 22% que su gestión será peor, de acuerdo con un sondeo de Plaza Pública Cadem.

En una entrevista publicada por la revista Sábado del diario El Mercurio, Bachelet reconoció que el 2015 ha sido un año “muy duro” para su familia. Esto, tras el escándalo por supuesto tráfico de influencias que involucró a su hijo mayor, Sebastián Dávalos, quien en febrero pasado debió renunciar a su puesto como director del Área Sociocultural de la Presidencia.

En ese momento, Bachelet salió en defensa de su hijo, lo que disgustó a la mayoría de los chilenos, que esperaban que actuara como Presidenta antes que como madre. Poco después, Bachelet tuvo fuertes palabras respecto de los casos de corrupción que se han detectado hasta el momento, en una crítica implícita a su hijo.

“Lo que hemos vivido ha sido duro para la familia, ha tenido efectos importantes”, dijo Bachelet, cuya nuera Natalia Compagnon también está involucrada en el mismo escándalo que Sebastián Dávalos de supuesta corrupción por una venta irregular de terrenos. “Hay una cierta tendencia hoy en Chile de hacer juicios públicos paralelos antes de que la justicia llegue a ninguna conclusión. Eso le pasa a todo el mundo, le pasa a mi familia”, dijo Bachelet, que en 2013 obtuvo su segundo mandato no consecutivo con el 62% de respaldo.

El primogénito de la Presidenta es investigado por la justicia por presunto uso de información privilegiada y tráfico de influencias. “Me parece que es evidente que el ser hijo o hija (de) —y al margen de que se trate de un Presidente de la República—, da pábulo para que pueda haber un trato distinto”, aseguró.

Además del caso de Dávalos, también este año estalló un supuesto financiamiento irregular de campañas electorales por parte de grandes empresas.

Ese financiamiento alcanzó la propia campaña presidencial de Bachelet y le costó el cargo en mayo pasado al ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, considerado el ‘delfín político’ de la mandataria.

De todos modos, Bachelet dijo que la caída en el apoyo ciudadano tiene que ver con que al gobierno le ha costado transmitir a los chilenos los beneficios de las reformas, como la educacional, tributaria, electoral y laboral.

Hasta ahora, la reforma tributaria ya se puso en marcha, al igual que la educacional, pero solo a nivel de educación secundaria. Además, se está implementando un “proceso constituyente” para cambiar la Constitución que data de 1980, en pleno régimen militar de Pinochet. “Ha sido difícil desinstalar algunas argumentaciones que ha colocado gente que está en contra”, afirmó Bachelet.

De todos modos, no solo la oposición de derecha y parte del empresariado se ha opuesto a las reformas, sino que también diversos sectores de la alianza oficialista Nueva Mayoría. En ese sentido, la mandataria descartó haber improvisado en las reformas que intenta llevar adelante. “Siempre he dicho que todo cambio puede generar incertidumbre. No desconozco —y nunca lo he hecho— que el factor incertidumbre es importante, pero llegar a decir que es la causa creo que es un despropósito y una distorsión”, dijo.

El sábado se conoció además que se prepara para 2016 una propuesta que derogue la Ley Reservada del cobre, la cual entrega recursos a las Fuerzas Armadas de las ganancias de las exportaciones de cobre.

La norma, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha sido duramente criticada por ser reservada, y pese que se han presentado propuestas para ser modificada, ninguna de ellas ha fructificado. Por otra parte se espera que hasta fin de año, la alta cúpula del ejército entregue un informe sobre la colaboración que ha prestado en las investigaciones realizadas luego de 1990 sobre violaciones a los derechos humanos.

En su entrevista a la revista de El Mercurio, Bachelet también se refirió a la situación de la economía chilena, que este año concretaría un crecimiento de entre 2% y 2,5% y al clima de incertidumbre generado por el real alcance y el largo debate que han tenido las reformas. “Hay países que están en recesión, pero Chile no lo está. Quisiéramos que la economía creciera más rápidamente, sí, quisiéramos”, señaló. (I)

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