Las llamas afectaron los cerros donde viven los sectores más pobres
Al menos veinte días tomaría sofocar el fuego en Valparaíso
La tragedia no termina para Chile. El fuerte incendio que arrecia en la región de Valparaíso, que dejó un saldo oficial de 15 muertos y miles de damnificados, podría demorar hasta 20 días en apagarse en caso de que el viento no sople con fuerza, lo que podría activar las llamas nuevamente.
“Es imposible apagar el fuego en menos de 20 días, porque la misma combustión interna de los árboles hace que (la sofocación) sea muy lenta”, dijo el experto en riesgo internacional certificado de Naciones Unidas (ONU) Rodrigo Reveco, al diario El Mercurio.
“Si llega viento, es posible que se active nuevamente. Es lo mismo que las brasas de un carbón”, agregó.
La misma estimación realizó el jefe de operaciones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Alfredo Mascareño. Según él, “este es un incendio muy especial, que ocurre entre lo urbano y lo forestal”. Destacó además que el fuerte viento dificulta los trabajos de extinción.
Mientras tanto, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, encabezó una reunión en el Palacio de La Moneda con los ministros sectoriales por la emergencia de Valparaíso. La mandataria canceló su visita oficial a la Argentina, que iba a ser el primer viaje desde que asumió su segundo mandato el 11 de marzo.
Al mismo tiempo, once helicópteros, seis aviones y 2.000 efectivos militares y de Carabineros siguen luchando para controlar los focos de incendio, que anoche se reactivaron en los cerros Jiménez, Mariposas y Santa Elena Rocuant, pero sobre todo en Ramaditas, donde hay mucha vegetación y construcciones de material ligero e inflamable.
Pese a los fuertes vientos que se registraban en la zona, las autoridades esperaban que fuera posible controlar el fuego en las próximas 48 a 72 horas para luego iniciar la evaluación de los daños y las tareas de reconstrucción.
Los daños
Según el último balance oficial, el incendio, que comenzó en la tarde del sábado pasado, arrasó 850 hectáreas, destruyó por completo 2.000 viviendas, dejó 8.000 damnificados y 10.000 evacuados, la mayoría de los cuales acudió a casas de familiares, mientras que unos 1.200 durmieron por segunda noche en los ocho albergues habilitados.
Las llamas afectaron a los cerros donde viven los sectores más pobres, con casas de madera y lata que se encaraman en las pendientes, a veces sin permisos de construcción. La zona del puerto de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, se mantenía a salvo del fuego.
El ministro portavoz, Álvaro Elizalde, anunció que el Gobierno destinará de forma inmediata 500 millones de pesos (un millón de dólares aproximadamente), “para paliar las primeras necesidades de la emergencia”.
“Es para la emergencia y el retiro de los escombros. No es la única ayuda que se va a dar. Es la primera”, aclaró Elizalde, quien detalló que hay más de mil personas alojadas en los albergues habilitados en escuelas y centros públicos.
Sobre el origen del incendio, el Ministro adelantó que no sería intencional, pero que los informes que ha recibido el Gobierno todavía no son concluyentes.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, también se refirió al origen del fuego y sostuvo que “si hay culpables, que paguen por el daño ocasionado”, aunque aclaró que “ya habrá tiempo de hacer las investigaciones de rigor” y que la prioridad es ayudar a los afectados.
En tanto, la presidenta Bachelet hizo un llamado a los habitantes a mantener la calma. Según la mandataria, se está haciendo todo lo necesario para controlar el fuego y en una segunda fase se iniciará la reconstrucción.
Solicitan ayuda
Las autoridades chilenas han solicitado a las de Argentina el envío de seis aeronaves que ayuden a combatir los focos de incendio que aún permanecen activos, y así “cubrir las zonas que podrían quedar desprotegidas”.
Al tiempo que llegan las primeras ayudas del Gobierno, en Santiago y otras muchas ciudades autoridades y organizaciones sociales reúnen víveres y artículos de primera necesidad. Miles de voluntarios, especialmente jóvenes, se han volcado hacia los damnificados organizando y distribuyendo ayuda humanitaria e incluso ayudándoles a remover los escombros humeantes de sus casas. Grupos animalistas atienden a las mascotas afectadas.
El papa Francisco manifestó su solidaridad y “cercanía espiritual” a las víctimas del “terrible incendio”, en un telegrama enviado por el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, al obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar.