Cada año, en Chile se registra un promedio de 29 accidentes mortales en la minería local, con 32 muertes anuales, según cifras del Ministerio de Minería. Entre 2000 y 2014, 491 personas perdieron la vida en diversas labores ligadas con la principal industria del país. Hay un caso que los chilenos aún no olvidan. En 2010, 33 mineros quedaron atrapados en la mina San José, en el norte de Chile, 720 metros bajo tierra. Dos meses después fueron rescatados, en una operación transmitida en vivo y en directo a todo el mundo. De esta tragedia se cumplieron ayer ya 5 años.

El mediático rescate, calificado de espectacular en su momento, pudo concretarse mediante una cápsula que inventaron los técnicos chilenos y que logró sacar uno a uno a los mineros. En total se desembolsaron más de $ 10 millones en la operación, que elevó los bonos políticos del entonces presidente Sebastián Piñera, aunque luego cayó en las encuestas. Al mismo tiempo, el accidente puso al descubierto la precariedad laboral y la escasa protección social que tienen los mineros.

El derrumbe en la mina San José se produjo el 5 de agosto. Diecisiete días más tarde fueron encontrados con vida, en un caso que impactó a Chile. Tras varios planes fallidos, recién el 13 de octubre los mineros fueron rescatados con vida, uno a uno a través de la cápsula especial y luego de 48 horas, a un ritmo aproximado de un trabajador rescatado por hora. La transmisión fue seguida en vivo y en directo por millones de chilenos y también por muchos en el extranjero.

Como varios presumieron en ese momento, la vida de los 33 mineros dio un giro radical luego del rescate, pero no precisamente para mejor. Cinco de ellos están sin trabajo, mientras que otros han tenido una serie de problemas. De cuando en cuando, algunos mineros aparecen en los medios, pero muchos han sido olvidados. Tal como ocurrió hace 5 años, en Chile se está hablando de los mineros, pero a propósito del estreno del filme Los 33.

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“En lo que se basa la historia que contamos es poner una lupa sobre el ser humano, en su necesidad por sobrevivir y del valor que esto tiene”, explicó el actor Antonio Banderas en una rueda de prensa en Santiago y tras reunirse con la presidenta Michelle Bachelet. El minero más famoso, Mario Sepúlveda, de 44 años y conocido como el más histriónico entre sus compañeros, ha dicho que vive una suerte de segunda etapa de su vida. Tras dejar la minería y el sindicato que lideraba cuando ocurrió el accidente, ‘Súper Mario’ está dedicado al rubro de la construcción.

La vida también comienza a sonreírle al minero Pedro Cortés, de 30 años, quien actualmente trabaja en Codelco como fundidor. En la reciente final entre Chile y Argentina por la Copa América, Cortés se reencontró con 27 de los 33. Por ahora lo único que quiere es ver nuevamente a las personas que lo rescataron.

No todos han tenido esta ‘suerte’. Ariel Ticona, el penúltimo minero en ser rescatado, fue uno de los damnificados por el temporal de lluvia y aluviones en la región de Atacama. Este minero de 34 años prácticamente perdió su casa y ha debido enfrentar un largo tratamiento psiquiátrico. Un caso similar es el de Mario Gómez, de 63 años, quien no ha podido encontrar trabajo. Al igual que Víctor Segovia, Omar Reygadas y Jimmy Sánchez.

Ninguno cuenta con una real protección social. Y de los masivos homenajes, pasaron pronto al olvido y lo que es peor, a no tener una buena calidad de vida. Por ejemplo, al boliviano Carlos Mamani, el único extranjero de los 33, se le ofreció regresar a su país, pero en Bolivia tampoco se concretó ningún trabajo para él y actualmente reside en Copiapó, cerca de la mina San José.

En Chile tampoco se ha llegado a un acuerdo para preservar el legado histórico del rescate. En ese sentido, en 2 museos se han montado sendas exposiciones sobre la tragedia. En el Museo de Colchagua, en la localidad de Santa Cruz, se exhibe de forma permanente una reproducción de la famosa cápsula Fénix, ropa de los mineros y otras herramientas, mientras que en el Museo de Atacama está la cápsula original y el manuscrito ‘Estamos bien en el refugio los 33’, la comprobación que escribieron los mineros para decir que se encontraban con vida.

En lo que va del año, según el diario La Tercera, 3.800 personas han visitado la mina San José, mientras que sus dueños han encargado los últimos informes para poner a la venta el famoso yacimiento. (I)

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