Es uno de los tres volcanes más peligrosos de los más de 90 que hay en Chile, junto al Villarrica y  Llaima. Pero desde 1961 el volcán Calbuco no tenía mayor acción. En un giro no previsto por las autoridades locales, el Calbuco entró ayer en una violenta erupción, que mantiene en alerta roja a una importante zona del sur de Chile, que incluye las ciudades turísticas de Puerto Montt, Puerto Varas y Pucón. Todo esto, a la altura de otro centro de turismo, la argentina Bariloche.

El Calbuco, ubicado a los pies del Lago Llanquihue en la Región de Los Lagos, obligó a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, a trasladarse a la zona del desastre, donde se suspendieron las clases de los escolares en siete comunas, mientras que 4.150 personas fueron evacuadas en los poblados de Ensenada y Puyehue. Además, se ordenó toque de queda, se decretó alerta sanitaria y la suspensión de los vuelos al sur del país.

Lo que más ha impactado a los chilenos es la extensa columna de material volcánico que se encuentra suspendida de manera vertical por encima del volcán. Según los expertos, el gran temor es que esta columna de 11 kilómetros de altura colapse y el material comience a caer en una zona que abarca importantes centros urbanos. De todos modos, el riesgo mayor es que una nueva explosión se produzca de manera horizontal y la lava alcance la orilla del lago y lugares como Ensenada, Ralún o el Lago Chapo. Otros sectores que serían afectados son Puerto Octay y Frutillar.

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Rodrigo Álvarez, ingeniero de 45 años ligado a la industria salmonera en Puerto Varas, contó a EL TELÉGRAFO que el miércoles, “yo venía de Osorno en mi moto y de repente vi una enorme columna de humo cuando recién explotó el volcán Calbuco. Fue impresionante. Quedé congelado. Después que llegué a mi casa en Puerto Varas, vi con más calma esta nube como de bomba atómica, con una energía que provocó gran alarma”.

Este ingeniero señaló que al menos en Puerto Varas y Puerto Montt se desató una suerte de psicosis en los supermercados para comprar bienes de primera necesidad, así como también en las bencineras. “Todos se abocaron a los supermercados y almacenes”, señaló. “Ahora hay que ver cómo se viene todo. Lo que más preocupa es la ceniza, porque el viento puede cambiar en cualquier momento. Nosotros estamos preparados para irnos a Santiago si es que nos obligan a evacuar. Esto puede durar semanas o meses”, contó Álvarez.

Aparte de la ceniza, se teme el desborde de algunos ríos, ya que el Calbuco tenía nieve en la parte más alta. También el gobierno confirmó la desaparición de un andinista, de 21 años, en el volcán. “Esta erupción fue un caso muy poco común en el mundo”, afirmó el vulcanólogo Hugo Moreno, del Servicio Nacional de Geología y Minería.

El alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, indicó que la población tiene bastante miedo. “Hay un deshielo sobrepasando el límite en el río Blanco. Ahí vive gente. Tememos que algo pueda ocurrir”, advirtió.

“Es hasta ahora más grave que lo de Villarrica”, afirmó Bachelet, antes de tomar un vuelo al sur del país. La presidenta se refirió así a la erupción de ese volcán ocurrida a comienzos de marzo. La erupción del Villarrica y la del Calbuco se suman a una serie de desastres que ha enfrentado el gobierno este año, como un nuevo incendio en Valparaíso y el temporal de lluvia en el norte del país, que provocó 30 muertos, 48 desaparecidos y 30 mil damnificados.

“Se han dispuesto equipos aéreos y terrestres para ubicar personas o grupos de familias que pudieran estar aislados y para ver la situación de la persona que está como presunta desaparecida”, afirmó Bachelet, quien ha enfrentado una tormenta tras otra, tanto política como de la naturaleza. (I)

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