El golero Sergio Romero había atajado 9 partidos con su club, el Mónaco, en la temporada 2013/2014. Su poca participación en el fútbol francés puso en duda su titularidad con la selección argentina en el Mundial de Brasil 2014.

A pesar de todos esos antecedentes, Romero era el elegido del DT Alejandro Sabella. ‘Pachorra’ no tenía dudas sobre su accionar, además de que en la Eliminatoria siempre estuvo bajo los 3 palos.

Lo demás habla por sí solo. ‘Chiquito’, como se lo conoce, apenas recibió 3 goles en el Mundial y con sus actuaciones y salvadas, la afición albiceleste confiaba en el portero de su selección.

Lo mejor estaba por llegar, cuando Romero se convirtió en el héroe de la semifinal contra Holanda. El guardameta entró en la leyenda del fútbol argentino con su actuación en los lanzamientos de penales contra los europeos. El portero de Misiones paró los disparos de Ron Vlaar y Wesley Sneijder y facilitó el pase de su equipo a la final.

El arquero de 27 años puede unirse mañana en la final contra Alemania al grupo selecto de porteros argentinos que fueron campeones del mundo como titulares de la Albiceleste, después de Ubaldo Fillol, que ganó el título en Argentina 78, y Nery Pumpido, en México 86. Además de que su actuación recordó a Sergio Goycochea en 1990, cuando el portero también detuvo 2 penales frente a Italia para poner a su equipo en la final frente a Alemania.

Romero se lució precisamente frente a Holanda, la selección del país al que llegó en 2007, al AZ Alkmaar, después de pocos partidos en el Racing de Avellaneda y tras haberse coronado campeón del Mundial Sub-20 en Canadá.

El primer entrenador que tuvo en el AZ Alkmaar fue Louis Van Gaal, el ahora seleccionador holandés, al que ha dejado fuera de la final. Mañana custodiará nuevamente el arco argentino con la intención de colarse en la historia como el portero que llevó a Argentina a su tercera corona mundial.