El fútbol evoluciona año tras año, cada vez es más veloz y dinámico. Los equipos dejan menos espacios para jugar, la presión es constante para recuperar el balón. Esta forma de juego quedó evidenciada en el Mundial de Brasil que finalizó el pasado domingo.

En la victoria griega 2-1 sobre Costa de Marfil, los europeos mantuvieron el balón el 46% del tiempo, pero su paciencia por esperar a los africanos y contragolpearlos les permitió ganar el encuentro a los 90 +3 con el gol de Andreas Samaris de penalti.

Una situación similar ocurrió en el gol de Ángel Di María para Argentina en la victoria 1-0 sobre Suiza. Lionel Messi habilitó a los 118 minutos al futbolista del Real Madrid, quien remató de zurda para vencer al meta helvético Diego Benaglio.

“El fútbol ha encontrado metodologías para preparar y formar verdaderos atletas. Mejorando la técnica de los futbolistas obtuvimos un Mundial en el que los equipos corrieron más de 500 kilómetros”, expresó el adiestrador ecuatoriano Alfredo Encalada.

Desde la década de 1990 el balompié comenzó a evolucionar su forma de juego desde lo físico. “Hay una gran diferencia en la estructura física de los jugadores, con gran potencia y velocidad que superan ampliamente a los que no están preparados. Igual en Ecuador el fútbol ha crecido y ya tenemos elementos en Europa con alta competencia”, afirmó el ‘Flaco’, como se apoda al director técnico ecuatoriano.

Según el exentrenador de Aucas, en el siglo pasado el fútbol era lento, con menos preparación física. Había pocos futbolistas que se destacaron como Diego Maradona, Romario, Lothar Matthaus entre otros. “Ellos sobresalieron en una época que el fútbol no era tan táctico y con menos preparación. Antes se entrenaba mucho con carrera continua y con pesas. Era un entrenamiento lento; más extensivo que explosivo”, indicó Encalada.

Luis Soler, ex DT de Barcelona, afirmó que la calidad técnica y física de los futbolistas, combinados con los planteamientos técnicos y tácticos de los entrenadores, que dispusieron un adelanto de las líneas, permitieron que se observen en Brasil 2014 juegos abiertos y con muchas opciones de gol. “Hubo una actitud por buscar los partidos. Se dejó de lado el juego friccionado y trabado en el medio sector. No se protegieron, todos querían ganar”.

Los 2 finalistas de la Copa Mundial, Argentina y Alemania, presentan sistemas de juego distintos, los sudamericanos con un 4-3-3 y los europeos un 4-2-3-1 y su estilo para afrontar los cotejos también fue diferente. Los argentinos basaron sus éxitos en una defensa sólida y apelaron a la ‘magia’ de su capitán Lionel Messi, quien anotó 4 goles. Los alemanes, en cambio, tuvieron dificultades defensivas, pero su fuerza en la delantera los volvió impredecibles y el equipo más contundente y con más variantes de este torneo.

Las virtudes de los 3 centrales

En el Mundial de Brasil las selecciones de Holanda, México, Chile, Italia y Costa Rica presentaron un sistema de juego con 3 defensores centrales y 2 carrileros. Estos 5 equipos tuvieron distintas suertes en el torneo.

Pero lo que sí tuvieron en común fue su efectividad defensiva. Con 4 tantos recibidos, Holanda y Chile encajaron la mayor candidad de goles de este quinteto. México e Italia concedieron 3 anotaciones cada uno y Costa Rica solo 2.

Para Polo Carrera, comentarista deportivo y exjugador, este esquema funciona cuando los futbolistas se adaptan al estilo de juego. “Es valioso porque se pueden tener mayores llegadas por los costados, pero esos defensas deben ser rápidos para tapar los espacios que dejan los laterales que van constantemente al ataque”, explicó.

A la Tricolor no la ve aplicando este mecanismo, porque los entrenadores colombianos que la han dirigido, priorizan la línea de 4 en el fondo.

Homero Mistral Valencia, extécnico de Macará, explicó que la aplicación y el funcionamiento al momento de ejecutar las jugadas es clave para que la línea de 3 rinda frutos. “A Costa Rica y a Holanda les funcionó bastante bien porque cuando defendían, lo hacían con 5 elementos, y al atacar, lo hacían con al menos 4, porque los carrileros eran otra variante ofensiva”, señaló Valencia.