Las calles fueron copadas por miles de fanáticos gauchos que celebraron el paso a la final
Los argentinos festejaron por partida triple
Millones de argentinos salieron a las calles en todo el país, flameando banderas nacionales en coincidencia con el Día de la Independencia, tras la emotiva victoria 4 a 2 por penales ante Holanda, que llevó a la Selección de Leo Messi a la final del Mundial, que jugará el domingo ante Alemania, en Río de Janeiro.
Tras el último penal convertido por Maxi Rodríguez, los bocinazos inundaron el país, mientras los festejos se daban en cada plaza a nivel nacional. En Buenos Aires el punto de reunión fue el Obelisco, donde llegaron miles de personas pensando que el partido se transmitiría en directo por una pantalla gigante ubicada en el tradicional paseo. Pero no fue así y los fanáticos corrieron a bares y tiendas de electrodomésticos para seguir un partido dramático, que los hizo sufrir.
Los argentinos vivieron su tarde/noche de gloria con un arquero como Sergio Chiquito Romero, convertido en el héroe al atajar dos penales. ¿Hay algo mejor para un argentino amante del fútbol, que avanzar a la final de un Mundial organizado por su “archirrival” Brasil y con el condimento extra de que la “canarinha” fue humillada 7 a 1 por Alemania en semifinales? Nada lo supera.
El grito de “volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser campeones, como en el 86” inundó la ciudad. Y curiosamente, como en aquel año, la final será contra la todopoderosa Alemania. “Ellos son los favoritos. Nosotros llegamos en silencio. Que se confíen. Vamos a ganar”, dice a EL TELÉGRAFO Gustavo Armendáriz, con una bandera argentina en la espalda.
Pero los argentinos siguen pensando en Brasil, país amado en todo, a excepción del fútbol. Los fanáticos festejan mostrando uno a uno sus dedos hasta llegar a siete, para burlarse del equipo anfitrión.
Tras el penal anotado por Maxi Rodríguez, caravanas de jóvenes en autos partieron desde los barrios más alejados, tocando bocinazos y ondeando banderas argentinas. Cánticos de respaldo a Messi y al “león” Javier Mascherano, la gran figura, así como a Romero, se escucharon en los móviles de la TV argentina, en todo el país.
Mientras, los hinchas deliraban con el himno de guerra de los fanáticos, el famoso “Brasil, decime qué se siente/tener en tu casa a tu papá/te juro que aunque pasen los años/nunca nos vamos a olvidar/que el Diego te gambeteó/que Cani te vacunó/estás llorando desde Italia hasta hoy/a Messi lo vas a ver/la Copa nos va a traer/Maradona es más grande que Pelé”… un cántico que alude al histórico triunfo en octavos de final 1 a 0 sobre Brasil en Italia 90, con aquel gol de Claudio Caniggia tras una genial jugada del astro.
Ahora, 24 años después, se volverá a editar la final perdida por Argentina, también por 1 a 0, con un dudoso penalti a falta de cinco minutos. “No tenemos miedo: tenemos a Messi”, grita Agustín Rinaudi, de 13 años, con la cara pintada de celeste y blanco. “Vamos a ganar”, concluye a puro optimismo.