Miroslav Klose se convirtió este martes en el máximo artillero de la historia de los mundiales, al convertir su decimosexto tanto personal en la goleada de Alemania por 7-1 sobre Brasil en la primera semifinal del Mundial 2014.

El veterano delantero, de 36 años, que disputa su cuarto Mundial, dejó atrás -justo en Brasil- a Ronaldo, al que había alcanzado con quince tantos en lo más alto de los anotadores mundialistas al marcarle un gol a Ghana en el empate 2-2 en partido de la primera ronda de Brasil 2014.

Klose, que también se convirtió en el primer jugador de la historia en jugar cuatro semifinales mundialistas (2002, 2006, 2010 y 2014), marcó el segundo tanto de Alemania a los 23 minutos en el 7-1 sobre Brasil en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.

Con el partido 1-0 a favor de la ‘Mannschaft’ y con Brasil increíblemente descontrolado en busca de la igualdad, Klose recibió solo en el área un pase de Thomas Muller -autor de la apertura a los 11 minutos- y batió a un indefenso Julio César, que le tapó en primera instancia, pero no pudo hacer nada en el rebote.

El veterano jugador se presentó en Brasil, su séptimo y último gran torneo internacional, tal y como ya anunció, con el objetivo de superar los 15 tantos anotados por Ronaldo entre Francia 1998 y Alemania 2006.

Pocos se hubiesen atrevido a decir al inicio de la carrera de ‘Miro’, nacido en Polonia y que vivió hasta los ocho años en Francia, siguiendo a su padre, futbolista del Auxerre, que el delantero larguirucho, discreto y de aspecto torpe se iba a convertir en uno de los mejores goleadores de la historia.

Después de debutar en la Bundesliga en la temporada 1999-2000 con el Kaiserslautern, equipo con el que jugó cinco temporadas y en las que destacó como goleador, Klose fichó por el Werder Bremen, donde siguió destacando como un ‘depredador’ del área durante tres años, hasta que en 2004 fichó por el Bayern de Múnich.

En la temporada siguiente perdió la titularidad y acabó marchándose al Lazio italiano, donde muchos le daban ya por jubilado, sobre todo tras esta última temporada en la que jugó muy poco por las lesiones y en la que marcó solo un gol. Pero Low mantuvo su fe en el delantero, que se transforma cada vez que se enfunda la elástica de la National Mannschaft.Con el gigante alemán llegaron los títulos a nivel de clubes, como dos bundesligas (2008 y 2010), pero no logró ser campeón de Europa en la final perdida por el Bayern contra el Inter en 2010.

Con el equipo de Alemania ha vivido de todo: debut en 2001, la derrota en la final de 2002, la humillante eliminación en primera ronda en la Eurocopa 2004 y la dolorosa derrota en semifinales ante Italia en el Mundial 2006, celebrado en el país europeo.

Tras esa Copa del Mundo, Low tomó la dirección de la selección y Klose pasó a formar parte de un grupo en el que el técnico confía ciegamente y ha seguido participando en todos los grandes torneos, aunque sin lograr ningún título.

Esa falta de premios a nivel de equipo no le ha impedido forjarse un gran palmarés a nivel individual. En un amistoso de preparación para Brasil 2014, contra Armenia, Klose superó el récord de 68 goles de Gerd Muller y se convirtió en el máximo goleador de la historia de Alemania (con la de este martes suma ya 71 anotaciones).

El jugador encarna todas las características que el entrenador exige a sus hombres: compromiso, movilidad, eficacia y, sobre todo, humildad. Es el mayor de su selección con 36 años, en un equipo ensamblado con jóvenes talentos que han llevado a Alemania a ser un equipo temido que lucha por su cuarto título en esta Copa del Mundo.