“Los invito a confiar, a tener paciencia, a tener la audacia de soñar lo mejor. Nosotros no nacimos para las fáciles, nacimos para las difíciles, y esta es una difícil. Les pido unión...”, es el último párrafo de la carta que el defensa Diego Lugano le escribió al pueblo uruguayo previo al difícil encuentro de hoy contra Italia.

El capitán de la ‘Celeste’ no actuará debido a una lesión en su rodilla izquierda, pero arenga a sus compatriotas a empujar una victoria en el estadio Das Dunas de Natal, pues la victoria es el único resultado que les sirve a los ‘charrúas’ para acceder a los octavos de final.

Tras un desalentador debut frente a Costa Rica, en el que cayó 3-1, y su recuperación ante Inglaterra, a la que derrotó 2-1, Uruguay entrará al todo o nada delante de un combinado ‘azzurri’ que tiene la ventaja de un gol luego de doblegar 2-1 a los ingleses y perder 1-0 con los costarricenses.

A los ‘peninsulares’ les sirve el empate, ya que el resultado del cotejo a escenificarse en Belo Horizonte no alterará la suerte de la clasificada Costa Rica y la eliminada Inglaterra, así que apostarán por jugar con la desesperación de sus adversarios y quedarse con el segundo boleto de la llave D.

La Italia del técnico Cesare Prandelli ha mostrado 2 caras en esta primera fase. Con Inglaterra lució disciplinada y efectiva a la hora de marcar o definir; pero frente a Costa Rica se desordenó y no encontró la manera de vulnerar el arco rival. Hoy no puede fallar.

El duelo en Natal será el segundo oficial que sostenga Prandelli contra Uruguay. El 30 de junio de 2013 rivalizó con los ‘charrúas’ en Salvador de Bahía por el tercer lugar de la Copa Confederaciones. Aquel día el equipo de Prandelli se impuso 3-2 en los penales, luego de igualar 2-2 en el tiempo reglamentario.

La idea en la coyuntura actual será controlar las acciones desde el principio y no dejar espacios para la creación de las individualidades contrarias, especialmente de los atacantes Luis Suárez y Edinson Cavani. Probablemente utilice un esquema 5-3-2 para bloquear a los delanteros antagonistas, sin perder la opción de armarse en ofensiva. Las sociedades entre Andrea Pirlo, Antonio Candreva, Mario Balotelli y Lorenzo Insigne podrían ser letales.

Uruguay, en tanto, no prepara nada especial, únicamente ganar a la uruguaya. Como dice Diego Lugano en otro párrafo de su carta: “Somos contradictorios, injustos, inmaduros, soñadores, porfiados... muy porfiados. Nunca nos damos por vencidos, somos luchadores. Somos chiquitos pero soñamos con ser gigantes”.

Para el entrenador Óscar Washington Tabárez, esta es la oportunidad de vengar la eliminación de la que fueron objeto por los ‘azzurris’ en los octavos de final del Mundial Italia 90. En aquel compromiso, los anfitriones los doblegaron 2-0.

Aunque no parezca y pese a las condiciones en las que se presenta el partido, los ‘rioplatenses’ se sienten tranquilos, están acostumbrados a jugar bajo presión, es más, se desempeñan mejor en situaciones adversas. El mejor ejemplo de aquello es el ‘Maracanazo’. Cuando los ponen de favoritos lucen incómodos. Según lo planificado, la ‘Celeste’ irá con un claro 4-4-2 que le facilite copar los espacios y trasladar el balón hacia sus arietes, quienes colaborarán con la marca desde la salida de los zagueros italianos.