Lionel Messi no era abastecido desde la zona de volantes y quedaba desconectado del resto
El poderío ofensivo de Argentina contrasta con su débil defensa y medio campo
Buenos Aires.-
La selección argentina mostró en su debut mundialista 2 caras. Una sin ideas, mediocre y conservadora con un esquema de 5 defensores como en el primer tiempo de la victoria 2 a 1 ante Bosnia; y otra más ágil y ofensiva, pero frágil en defensa, con un Lionel Messi contundente y con la sensación de que todo puede pasar en las 2 áreas, como se observó en la segunda etapa del partido.
En concreto, el técnico Alejandro Sabella mostró una carta importante con vistas a las instancias finales de la Copa del Mundo, a la que nadie duda en Buenos Aires de que la selección ‘albiceleste’ accederá: Argentina no tiene plan B.
En Sudáfrica 2010, Diego Maradona sucumbió ante una Alemania que lo demolió 4 a 0 en cuartos de final por carecer de un plan B. El excrack murió en la suya. Presentó un equipo ofensivo, pero descuidó el medio campo, dejando muy solo a Javier Mascherano en el círculo central y con una defensa muy endeble que nada pudo hacer ante la superioridad alemana.
Sabella tomó nota de esa debacle. Argentina sigue teniendo un enorme poderío ofensivo con los ‘cuatro fantásticos’ de arriba (Messí, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Angel Di María), pero adolece una vez más de un medio campo fuerte y una defensa sólida y segura. El problema se repite 4 años después.
El debut de Brasil ante Croacia hizo adelantar al técnico ‘albiceleste’ su plan alternativo. El equipo croata complicó a los anfitriones por los costados durante todo el partido. Y Bosnia, a los ojos del entrenador, podría repetir ese mismo sistema contra los ‘albicelestes’. Por eso eligió un esquema conservador en el primer tiempo, con 5 defensores. Afuera Higuaín y Fernando Gago y adentro el versátil Maxi Rodríguez y el defensa Hugo Campagnaro. Un esquema de 5-3-2 que Sabella utilizó hasta el hartazgo en su paso por su Estudiantes de la Plata campeón de la Copa Libertadores 2009 que le dio muy buenos resultados.
Pero ese sistema conservador, ese que podría ser una alternativa ante equipos poderosos en instancias decisivas, fracasó en forma rotunda. Argentina fue un equipo muy partido. ‘Lio’, el crack del Barcelona, no era abastecido desde el medio campo y quedaba desconectado del resto.
Y ni hablar de Sergio Agüero, que se perdía entre los centrales bosnios. La defensa tampoco dio garantías y Bosnia mereció largamente el empate en esos primeros 45 minutos en los que Argentina ganaba solo por un gol en contra de Sead Kolasinac.
En el entretiempo Sabella enmendó el error. Afuera Rodríguez y Campagnaro y adentro Higuaín y Gago. Ahí se vio otra Argentina. Gago fue el nexo entre la defensa y Messi, y el astro del Barcelona tuvo campo para mostrar su juego, coronando el segundo tiempo con un golazo digno de sus mejores momentos en España.
Pero el triunfo, si bien aplacó las críticas, dejó un sabor amargo y la preocupación latente por lo que vendrá. Irán y Nigeria no deberían representar mayores complicaciones al equipo.
Argentina debería clasificar primera en el Grupo F. Pero de cara al futuro, Sabella se dio de bruces contra el suelo.
Argentina, hoy por hoy, carece de un plan B. No existe. Y eso, en este Mundial y ante equipos encumbrados, puede costarle caro. Muy caro. Otra vez.
DATOS
Los dirigidos por el estratega Alejandro Sabella enfrentarán a Irán este sábado, a las 11:00, en el estadio Mineirao de la ciudad de Belo Horizonte.
Después de ese cotejo, el miércoles 25 de junio, medirá fuerzas con Nigeria en el estadio Beira-Rio de Porto Alegre. La intención de los jugadores y el cuerpo técnico es llegar clasificados a este cotejo.
Los 2 cambios en el descanso, con los ingresos de Gonzalo Higuaín y Fernando Gago por Hugo Campagnaro y Maximiliano Rodríguez, le dieron juego a la selección sudamericana con el clásico 4-3-3.
Para Sabella, el debut dejó la certeza de que su ‘crack’, Lionel Messi, no se siente cómodo jugando con un dibujo conservador 5-3-2.