La mayoría de los brasileños está a favor de que la Copa del Mundo se realice en su país, aunque el índice de aprobación descendió del 58%, que se registraba en febrero, al 51% en mayo, según una encuesta realizada por la agencia Ibope Inteligencia, que fue publicada esta semana.

El 51% de los ciudadanos apoya la decisión de que su país sea sede del Mundial, que inicia el próximo 12 de junio en Sao Paulo, frente al 42% que está en contra.

Las cifras presentan un descenso de 7 puntos porcentuales respecto a las recogidas en febrero, cuando el 58% de los brasileños apoyaban la celebración del megaevento en su país, frente al 38% que se mostraba inconforme.

También aumentaron los sentimientos negativos de la población respecto al mayor torneo del fútbol mundial, que superan a los positivos en 23 puntos porcentuales.

Así, conceptos como ‘preocupación’ o ‘desperdicio’ aumentaron entre las respuestas de los encuestados hasta el 39% y 37%, respectivamente, sobre todo entre los de mayor formación académica.

En febrero, sin embargo, dominaban los términos positivos en las opiniones de los ciudadanos, con 9 puntos de ventaja.

En medio de una fuerte polémica con la FIFA por los retrasos en la entrega de infraestructuras y estadios para la Copa, la población se muestra dividida sobre las posibilidades de éxito del segundo Mundial que organiza Brasil.

De un lado, el 36% de los entrevistados opina que hay una gran probabilidad de que la organización sea un éxito, mientras que el 31% opina que hay pocas posibilidades de que el evento salga bien. Por su parte, el 28% respondió que las oportunidades son medianas.

Las protestas que se están dando por todo Brasil contra el gasto público de 11.000 millones de dólares en la organización de la Copa del Mundo también afectan la percepción de los locales, que opinan en 59% que sus conciudadanos desean que todo salga bien, mientras que el 22% piensa que los brasileños quieren que la organización del Mundial sea un desastre.

Por su parte, las cifras muestran un panorama mucho más cómodo para los organizadores de la Copa, ya que cuando se preguntó directamente a los brasileños qué es lo que ellos desean, el 71% de la gente dijo querer que todo salga bien ante el 11% que confesó preferir que todo el evento sea un fracaso.