Estados Unidos no esperó más que 30 segundos para mostrar su afán de triunfar y Ghana quiso enseñar que podía empatar con Andre Ayew (a los 82), pero no contó con la astucia de John Brooks, que 4 minutos después del gol ghanés aseguró el 2-1 para los norteamericanos.

El cabezazo del zaguero Brooks, quien había entrado para reemplazar al lesionado Matt Besler, dio un premio justo al laborioso trabajo del equipo de las ‘Barras y las Estrellas’ en un partido que se jugó con intensidad en ambas áreas, sin pausa.ana

Pero resultó ser también un enorme castigo para una selección africana que corrió y luchó como si fuera para sus jugadores el último partido de sus carreras.

La velocidad y agilidad de los jugadores en la cancha y el público que llenó de fiesta las gradas del estadio Arena Das Dunas de Natal, fueron los puntos sobresalientes del juego que cerró la jornada de ayer.

Apenas pasó medio minuto y el delantero de 31 años Clint Dempsey ya estremecía la red de la portería de Adam Kwarasey.

El de Dempsey, jugador del Seattle Sounders, se convirtió en el gol más rápido que se marca de momento en la vigésima edición de la Copa del Mundo, que comenzó el 12 de junio en Sao Paulo y terminará el 13 de julio en Río de Janeiro, y el quinto más rápido en la historia de las Copas del Mundo.

El partido en Natal completó la primera jornada del grupo G. Horas antes, la Alemania de Joachim Löw machacaba al Portugal de Cristiano Ronaldo con un inapelable 4-0 que le da la primera posición.

La Selección de Jurgen Klinsmann, que a pesar de ganar en su región no solía gustar a los millones de aficionados, hoy se mostró sólida en defensa a pesar de la fuerza descomunal que desplegaron los ‘Black Stars’ a lo largo del partido, especialmente en la zona medular.

Tim Howard celebró 101 partidos defendiendo el arco de EE.UU. y lo hizo de buena manera. No solo evitó claras opciones de gol, sino que se convirtió en el líder de un equipo que sueña con ganar la Copa y demostrar que el fútbol en su país ha evolucionado.

Asamoah Gyan mantuvo en permanente tensión a Fabian Johnson y Geoff Cameron, mientras en la mitad de la cancha Chistian Atsu y Jordan Ayew, de Ghana, se abrían por las bandas y llevaban al sacrificio a los estadounidenses Alejandro Bedoya, Michael Bradley y Jermaine Jones.

Estados Unidos perdió peso ofensivo por un tirón muscular que envió a la lona a Jozy Altidore y seguramente lo dejará por fuera del Mundial. El delantero, tras disputar un balón en tres cuartos de cancha, se tiró al césped, dando muestras de un fuerte dolor en la parte posterior de la pierna izquierda.

Aaron Johannsson saltó a la cancha para cubrir el vacío, pero el partido en Natal exigía más pirotecnia. La lucha por la pelota en la cancha por momentos se volvió brusca, lo que provocó que el juez sancionase con tarjetas amarillas a Sulley Muntari y Mohammed Rabiu.

Producto de la presión en la zona medular de la cancha, Atsu, Rabiu y Jordan Ayew (Ghana) acabaron fundidos, como también Bedoya (EE.UU.), mientras atrás los estadounidenses se batían con fiereza para repeler la ofensiva.

André Ayer pareció romper el ‘sueño americano’ al aprovechar con remate de pierna zurda un taconazo en el área y marcar el gol de la igualdad; pero la cabeza de Brooks apareció a los 86 minutos para sellar la venganza de los estadounidenses, que en las dos últimas ediciones del Mundial fueron derrotados por los ‘Black Stars’.

Con la victoria, los norteamericanos son segundos en el grupo G por detrás de Alemania, que los supera solo por el gol diferencia gracias a su goleada frente a Portugal.