Argentina se inquieta por la sequía de goles de Higuaín
Gonzalo ‘Pipita’ Higuaín llegó al Mundial siguiendo los pasos de sus compatriotas Guillermo Stábile y Gabriel Batistuta, pero sufre una sequía que preocupa a Argentina de cara al choque de cuartos de final de mañana (11:00) ante Bélgica.
Goleador de raza cuestionado en su momento en el Real Madrid y amado ahora en el Nápoles, Higuaín no ha marcado goles en los 4 partidos de la ‘Albiceleste’ en el Mundial, un verdadero problema para un equipo dependiente como nunca de Lionel Messi.
En Sudáfrica 2010 jugó en 4 de los 5 encuentros de su selección, con 3 goles en el triunfo ante Corea del Sur (4-1) en primera fase y otro más en octavos de final ante México (3-1), antes de la dolorosa debacle frente a Alemania (0-4). “Todo delantero necesita hacer goles. Pero también necesita ayudar al equipo. Ojalá que llegue pronto, pero en ese sentido estoy tranquilo”, dijo el viernes pasado antes del triunfo ante Suiza en octavos de final, donde no estuvo en su nivel.
Inactivo desde principios de mayo por un esguince de tobillo, ‘Pipita’ se ha mostrado lento e impreciso en lo que va del Mundial, tras jugar el segundo tiempo contra Bosnia (2-1) y de entrada ante Irán (1-0), Nigeria (3-2) y los helvéticos (1-0). Pero todo puede cambiar rápido si marca mañana ante los ‘Diablos rojos’ en Brasilia.
Con la selección nacional su efectividad es muy buena (21 goles en 36 partidos), aunque por ahora suma más decepciones que alegrías, ya que también integró el equipo que quedó eliminado en la Copa América 2011, disputada en casa, en cuartos de final ante Uruguay.
Esa noche convirtió el único tanto de su equipo en el partido (1-1) y también marcó en la tanda de penaltis, pero de poco sirvió. Tras ese trago amargo, Higuaín fue puntal de Argentina en las Eliminatorias con 9 goles en 11 partidos, apenas 2 por detrás del máximo goleador, el uruguayo Luis Suárez.
Un delantero ‘europeo’
A sus 26 años, Higuaín suma la experiencia de un veterano a raíz de su precoz inicio y se encuentra afianzado en Nápoles, la ciudad que tiene a su compatriota Diego Maradona como ídolo supremo y en la que en poco tiempo hizo olvidar al uruguayo Edinson Cavani, a quien reemplazó.
Su altura y potencia física (1,84 metros y 82 kilos) lo convierten en un complemento indispensable para dar alternativas a una delantera argentina dominada por la generación de los ‘bajitos’, como ‘Leo’ Messi y Sergio Agüero, con quienes se entiende ‘de memoria’, ya que juegan juntos desde hace varios años.
Nacido en Brest (Francia), donde jugaba por entonces su padre, el recio zaguero Jorge ‘Pipa’ Higuaín, Gonzalo regresó de niño a Argentina e hizo sus primeras armas futbolísticas en el Club Palermo, antes de ingresar en las inferiores del popular River Plate. “Yo le decía a Gonzalo que le pusiera alma a todo lo que le gustaba”, recuerda su mamá Nancy en una reciente publicidad mundialista de una marca de leche argentina en la que aparece junto con las madres de otros jugadores ‘albicelestes’.
De sus padres, ‘Pipita’ heredó la cultura del trabajo y el sacrificio. También un marcado perfil bajo, a contramano de la idiosincrasia del jugador argentino. Debutó en primera división con apenas 18 años y rápidamente se destacó, atrayendo la atención de varios grandes de Europa. Jugó tan solo 34 partidos con River y en diciembre de 2006 fue transferido al Real Madrid por 12 millones de euros.
Cambio de aire
A pesar de marcar 121 goles en 264 partidos y ganar 6 títulos con los ‘merengues’, entre ellos 3 ligas españolas, siempre fue cuestionado por la prensa y estuvo bajo la sombra de delanteros de la talla del portugués Cristiano Ronaldo, el holandés Ruud van Nistelrooy o el francés Karim Benzema.
En julio de 2013, y tras 7 temporadas en el Madrid, anunció su deseo de partir. El Nápoles de Italia pagó 40 millones de euros por su pase y el entrenador español Rafael Benítez lo convirtió de inmediato en una de las columnas vertebrales de su proyecto. En su primera temporada en Italia convirtió 17 tantos en 32 partidos de liga, igualando la cuarta posición de la tabla de goleadores con su compañero en la selección argentina Rodrigo Palacio (Inter) y a 5 tantos del máximo artillero, Ciro Immobile, del Torino.
Su gran sueño con Argentina es dar la vuelta olímpica en el Maracaná el 13 de julio, aunque también tiene la ilusión de ofrecerle al Nápoles un primer scudetto.