Medios públicos buscan solvencia
Unificar física y estructuralmente a los medios públicos, para que logren ser solventes “y lo más autosuficientes posible”, es el actual reto de las firmas estatales, sostiene Martha Moncayo, gerente general de Medios Públicos.
Como parte de las acciones para cumplir ese objetivo se inauguraron las nuevas oficinas de diario El Tiempo, en Cuenca. Durante 23 años el rotativo azuayo tuvo su sede a la salida sur de la urbe. El gasto mensual del arriendo del inmueble llegó a los
$ 8.000 más el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Desde mayo de este año, la redacción de El Tiempo, junto con las corresponsalías de El Telégrafo, Ecuador TV y Pública FM operan en una casa patrimonial ubicada cerca del estadio Alejandro Serrano Aguilar.
Ahora, el costo mensual de la renta es de $ 3.500 más IVA. Para Juan Pablo Veintimilla, subdirector del rotativo, la nueva ubicación es estratégica pues están a tres cuadras del centro de la urbe, zona en la que se desarrollan las actividades sociales, administrativas, políticas y comerciales de Cuenca.
Que los medios públicos trabajen bajo un mismo techo asegura la cobertura de las noticias generadas en el país y el mundo, indica el subdirector del impreso.
El Tiempo es uno de los dos medios impresos que maneja el Estado. El otro, El Telégrafo, inició la colaboración con su par en enero de 2018. Lo hizo para ejecutar el rediseño del diario azuayo.
Xavier Peña, jefe de diseño, y Carlos Proaño, jefe de infografía de El Telégrafo (ganadores de varios premios), se encargaron del proyecto.
Durante tres meses viajaron desde Guayaquil a Cuenca para realizar un estudio editorial y de paginaje del medio impreso. Proaño conocía que El Tiempo nació en formato tabloide.
Sin embargo, años después su tamaño creció al estándar. La modificación respondió a la necesidad de competir con los otros diarios locales que se publicaban en ese formato.
La propuesta de los profesionales fue volver a las raíces del diario. Fernando Larenas, director editorial de El Telégrafo, agrega que la decisión se dio por razones económicas y porque ese es el formato más usado en la prensa mundial. Además permite mayor facilidad de transporte y lectura.
Marcelo Cabrera, alcalde de Cuenca, participó en la inauguración de las nuevas oficinas del diario azuayo. El burgomaestre asegura que los medios públicos atraviesan un cambio positivo. Foto: Fernando Machado / El Tiempo
El mismo día y mes de la fundación de Cuenca, El Tiempo se publicó por primera vez, el 12 de abril de 1955. La misma fecha, pero de 2018, los cuencanos conocieron el renovado rotativo compuesto por 32 páginas.
El rediseño implicó un ordenamiento jerárquico de la información. En las primeras páginas (4) van temas locales. Ahí sobresale una imagen, considerada la fotografía del día.
Según Peña, el nuevo rostro del diario responde a un diseño vanguardista. Diarios como El País, de España, The Guardian de Inglaterra ajustaron su tamaño. “La tendencia es achicar, no agrandar”, dice el diseñador.
A diario se imprimen, en Editogran, Guayaquil, 2.500 ejemplares de El Tiempo. La cantidad la da Marcos Vivanco, gerente de impresos.
Veintimilla sostiene que existe una curva de crecimiento que responde a la mejora de los contenidos y la puesta en escena.
Larenas también resalta el valor de los contenidos. “El periodismo, para ser excelente, requiere de buenos profesionales y aquí está la redacción de El Tiempo para contar siempre la verdad”, dijo durante la inauguración de las nuevas oficinas. (I)