Publicidad

Ecuador, 05 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El cajón de los juguetes rotos

El cajón de los juguetes rotos
10 de junio de 2018 - 00:00 - Carlos Proaño

¡Toda la colección!, sí, yo quería tener toda la colección de los G. I. JOE. Quería tener la vestimenta, sus armas, sus vehículos, quería ser parte de su ejército. La fiebre por los juguetes es así, eufórica, espontánea, no hay nada más sentimentalmente icónico que te den el juguete que tanto quieres. Esto puede interpretarse como una actitud materialista pero, en realidad, forma parte de nuestra cultura visual.

Cada uno de nosotros en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por esa etapa de necesidad, de anhelar, de tener el juguete que vimos en una revista o en algún comercial de TV. O el heredado de tus hermanos mayores, o el juguete que algún abuelo nos regaló. La mayoría de las personas tienen una historia con su “infancia consumista”.

A mediados de los ochenta, salió una serie de personajes que se hicieron tangibles, juguetes, en nuestras manos: Las Tortugas Ninjas, Masters of The Universe, My Little Pony, Barbie, Caballeros del Zodíaco, Transformers y Street Fighter se adueñaron de nuestra cabeza para recrear batallas, aventuras y estrategias de juego que llenaron de imaginación la infancia.

Todos estos recuerdos los trajo a mi mente la serie de Netflix: The Toys That Made Us (Los juguetes que nos hicieron). Sí, otra vez Netflix, con un documental nos lleva a otro viaje a nuestro pasado, a lo que ahora es clásico. Es una serie sobre los muñecos que nos hicieron los adultos que somos. Nos encamina a un profundo recorrido por los muñecos y artefactos que marcaron la infancia de los setenta y ochenta. 

Podemos encontrar episodios completos de Star Wars, Star Trek, Lego, He-Man, Gi-Joe, Transformers, Barbie y Hello Kitty.  Pero, sobre todo, nos muestra el impacto de esos muñecos en la cultura y cómo se volvieron fenómenos del consumismo y de la industria.

 Los documentales señalan a los creadores, creativos, dibujantes y fans de cada una de las series. También nos llevan a la esencia del juguete, sus fabricantes sabían del potencial que tenía cada pieza  suya. Algunas veces fracasaban, pero dieron golpes tan fuertes en la industria como los muñecos de Star Wars, por ejemplo, que fueron determinantes.   

Este recorrido en la historia hizo que desempolvara mi vieja caja de recuerdos, esa donde aún encuentro pedazos de mi vida. Un juguete ahora me lleva a momentos perdidos en mi mente, un recuerdo de mis padres, de mis hermanos, de aquella pelea por algún muñeco.

La memoria juega con los sentimientos y transforma un juguete en una imagen y esa imagen en un sentimiento. Quisiera regresar en el tiempo y recuperar esos recuerdos, donde lo más importante del día era terminar rápido los deberes, ir a la caja de zapatos que estaba debajo de la cama y sacar mi pequeña colección de G. I.-Joe.  (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

A los 16 años, Esteban Arreola ingresó a la Escuela Nacional de Arte de Guatemala con el único interés de convertirse en un destacado pintor. Aprendió la técnica, pero se dedicó al dibujo a lápiz. En la universidad estudió Ciencias de la Comunicación porque quería ser publicista. Sin embargo, en la licenciatura llegó a descubrir su pasión por la comunicación, la investigación, el arte y el periodismo. En ese momento se preguntó: ¿a qué me dedico?

El fuego era el lugar favorito para contar historias. Historias que con el paso del tiempo se plasmaron en diferentes superficies. El papiro, una hoja de papel elaborado con el tallo de una planta, fue el antecesor del libro. En la Edad Media el libro ya no era un rollo continuo de papel, sino hojas cosidas, de forma rectangular. Eran libros hechos a mano, uno a uno. Así para ahorrar espacio se empezó a comprimir las letras y se llegó más tarde a la tipografía.

El diseño tiene siempre un contexto. Muchas imágenes que nos rodean han salido de hechos pasados o de acontecimientos que han marcado al mundo. El ícono de la bandera LGBTI también tiene su leyenda, un inicio que se asocia al presente, que sigue una línea y nos cuenta el recorrido para convertirse en una representación mundial. Esta imagen colorida fue reconocida oficialmente como símbolo desde 1978.

Social media