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Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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El obstáculo de identificar la fuga de divisas

Actualmente el sector empresarial puede recuperar el excedente que genere por el impuesto a la salida de divisas (ISD) como crédito tributario en un plazo de hasta 5 años. Con la aplicación de la Ley Orgánica de Redistribución Social que incluye enmiendas a la Ley Reformatoria de la Equidad Tributaria, se proponeque que esa recuperación
se haga mediante una nota de crédito, negociable en la bolsa de valores en un tiempo no establecido.

El proyecto de Ley del Ejecutivo que está en debate en la Asamblea establece que la devolución se efectúe previa solicitud al Servicio de Rentas Internas (ver apartado). Por la supuesta falta de definición de plazos para el retorno de ese dinero, según Felipe Rivadeneira director de la Federación de Exportadores (Fedexpor) aún no hay consenso
entre los empresarios y el Régimen, para definir la recuperación del crédito tributario transable con el impuesto a la renta (IR), negociando su sobrante en la bolsa de valores.

La imposición lo pagan todas las personas naturales, sucesiones indivisas y sociedades privadas, nacionales y extranjeras desde enero de 2008. El gravamen nació por la preocupación del Régimen que las divisas no regresaban
al país en un período mínimo de un año, para aportar al desarrollo productivo, evidenciando que los exportadores preferían dejar sus recursos en bancos del extranjero a bajas tasas de interés. Sin embargo, para el ministro coordinador de la Producción, Santiago León, la intención de la propuesta es que ese crédito se pueda negociar, de modo que quien tenga saldo a favor, recupere ese dinero al siguiente año cuando realice una transaccionalidad con el pago del impuesto a la renta (IR) en abril de cada año.

Pese a existir inconformidad en el sector productivo, porque en la propuesta del Gobierno no se acogió su planteamiento de que el crédito tributario sea devuelto en un plazo mínimo de un año, reconoce el sector que “es un buen paso del Ejecutivo” haber tomado en cuenta que el excedente del ISD sea negociable en la bolsa de valores.

En el período comprendido entre enero y septiembre de 2008 (primer año) se gravó a la salida de divisas con el 0,5%, con una recaudación de 23 millones de dólares; en 2009 subió al 1%; en 2010 – 2011 fue del 2%,
y en ese período el cobro fue de 607 millones de dólares; y en 2012, cuando el impuesto se incrementó al 5%, el SRI ha cobrado 853 millones de dólares, entre enero y septiembre (gráfico 2).

Dichas cifras develan el vertiginoso crecimiento del pago del ISD, lo que implica un incremento en la fuga de capitales y no una reducción como era el propósito de la creación del gravamen; eso trajo como efecto una balanza de pagos negativa para el país ya que en los periodos enero-agosto de 2007 hasta 2012 ha crecido en un 131,77% (gráfico 3).
El economista Jorge Rodríguez, manifestó que esa “balanza negativa (comercial, capital y servicios) muestra que la
dolarización puede caer”. Por eso explicó que el ISD se creó como una forma de defensa de las divisas que salen del país, por ser las generadoras de ingresos del Presupuesto General del Estado.

La intranquilidad del Régimen, según Rodríguez se sustenta en los resultados de las importaciones que aumentan cada
año. Según cifras del Banco Central en el periodo enero-septiembre de 2007 hasta 2012 su crecimiento fue del 101,15% (gráfico 4), mientras en el mismo período las exportaciones registran un crecimiento del 82,92%, lo que pone en desventaja a la economía nacional. Entre los cuestionamientos a la propuesta de devolución del ISD, está el de Pablo Dávila, representante del Comité Empresarial Ecuatoriano, quien argumentó que el pago del tributo le resta
liquidez a las empresas que compran bienes de capital y materias primas: “De ser aprobada la reforma tal como el
Gobierno lo plantea, la recuperación del gravamen no será pronta y en su totalidad”, vaticinó.

Por otra parte, Felipe Ribadeneira, director (Fedexpor), señaló “pese a que el crédito tributario generado por el ISD se
lo puede cruzar con el IR le resta competitividad a una empresa”, eso le hace difícil medirse con los precios de los mercados vecinos.

A la vez mencionó que lo planteado por el sector exportador es que la nota de crédito sea negociable con otros impuestos como el de Retención en la Fuente, el impuesto al valor agregado (IVA), y que no está definido el tiempo que se demorará la recuperación de su impuesto para negociar con el pago del IR.

En lo que va de este año, la importación de las materias primas alcanzan el 30,31% y en bienes de capital, el 27,55% (gráfico 5). Al momento, los productores esperan que el Comité de la Política Tributaria, integrado por varias
instituciones del Estado, haga una nueva revisión para que se aplique el arancel cero en otros productos.

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