Para los visitantes al cantón Baeza,(Napo) la historia de este sitio tiene una potente referencia telúrica: el terremoto del 5 de marzo de 1987. Quizá por eso los recién llegados miramos recelosos al Volcán Reventador que, a la distancia, nos ignora sereno y vaporoso.

En Baeza, la cultura es la nueva fuerza que moviliza a la ciudadanía. Dos ejemplos: hace poco se declaró al arriero como patrimonio intangible y el pasado miércoles 21 de agosto se inauguró un nuevo Centro Intercultural, en la que fuera la escuela Fermín Inca, la más antigua del cantón.

El arriero es un personaje popular, que aún hoy ronda las fincas al mando de su caballo. A los costados del equino penden costales con naranjillas que serán luego descargadas en grandes centros urbanos, sobre todo de la Sierra.

En cuanto al Centro Intercultural, el director de patrimonio municipal, Wilson Gutiérrez, recordó que entre los años cincuenta, la escuela unidocente, además de educar a las nuevas generaciones de colonos, tuvo un papel muy importante en el proceso de cantonización, pues en ese sitio la comunidad se organizó. “Muchos nos educamos aquí y le guardamos un enorme cariño al inmueble, por lo que es un gusto verlo ahora tan recuperado”, sostuvo.

La escuela se quedó en el viejo Baeza, un conjunto arquitectónico que data de principios del siglo XX y que conserva el esquema clásico colonial de una plaza central. Es de arquitectura sencilla y hermosa sobre todo por la estructura de cada vivienda que se levanta en pilotes. En poco tiempo más, anunció el viceministro de Patrimonio, Jorge Luis Serrano, se intervendrán alrededor de 20 viviendas a través del programa del “Proyecto de Rehabilitación de Inmuebles Patrimoniales Privados”, en lo que será el punto final a un importante circuito de intervenciones en la zona.

Volvamos a la historia. Pocos años antes del famoso terremoto, se había planificado el traslado de toda la Baeza antigua. El sitio escogido es un valle contiguo de alrededor de 40 hectáreas. Para 1987, prácticamente toda la población debió migrar y tanto la escuela como otros edificios fueron abandonados.

La reconstrucción estuvo a cargo del proyecto “Vive Patrimonio” y tuvo el objetivo de devolverle al inmueble toda su prestancia y utilidad y por lo visto, lo lograron, gracias a una inversión de casi 390 mil dólares; 270 mil provenientes del Banco del Estado y 102 mil, del Ministerio de Cultura y Patrimonio y el GAD municipal.

La flamante casa de madera tratada es visible a la distancia. Destaca por su belleza y por el respeto a la estética de una vivienda de páramo. No hay que olvidar que estamos sobre los 2.000 metros sobre el nivel del mar y que hace frío, tanto por la neblina como por la lluvia finísima que cae y cae sin menguar sobre las montañas.

Para la inauguración del pasado 21 de agosto, se organizó una exposición pictórica del artista Joel Gutiérrez (Méndez, 1968), que resumía en unos 15 óleos la vida del Baeza antiguo y sus cambios en el tiempo. Ahí está el atardecer de Baeza, el esplendor del Antisana, los bellos crepúsculos y la ruta del agua. El propio artista presentó a las autoridades su obra y les explicó de su técnica como su paso por diversas exposiciones en capitales de provincia del Ecuador.

La actividad en la casa era abundante. Dentro de los 203 metros de construcción se adecuó un espacio para actividades artísticas como el dibujo y clases de guitarra acústica. En la zona inferior, descansaban alrededor de 20 guitarras listas contra la pared, a la espera de nuevos cursos y actividades.

Jóvenes de la zona se arremolinaban en torno a su instructor, mientras en la parte exterior se desarrollaba un acto inaugural. En breves palabras, Jorge Luis Serrano destacó el hecho de que a través de este centro se activen las actividades culturales en el cantón. “Esto es resultado de la acción conjunta de varias instituciones entre ellas el Banco del Estado, el INPC, el Ministerio de Cultura y Patrimonio y sobre todo del GAD local”.

La lluvia seguía cayendo, en Baeza, la danza se acompasaba al aguacero. En fin todo se conjugaba con el frío en una rara mezcla de niebla y silencio.

Cortos:

-La edificación tiene un área de 203 metros cuadrados y está dispuesta en dos plantas. En la planta alta se encuentra ya implementada el área administrativa de la Unidad de Patrimonio del GAD de Quijos, una sala de uso múltiple donde se ubicará el futuro salón de Los Alcaldes y una oficina de Información Turística.

-En la planta baja se encuentra un espacio que será el almacén de artesanías. En esta misma planta están las oficinas de la coordinación de Cultura del GAD de Quijos, una Ludoteca, el Archivo Histórico de Quijos, y una bodega.

-Alrededor de 1.700 habitantes serán los beneficiarios directos de esta iniciativa.

-Cuenta con servicios turísticos y de Internet.

-El espacio de la piscina se recuperó implementando un espacio para la promoción y difusión de la riqueza del patrimonio natural de la zona.