Testigo clave se contradice al dar su versión en juicio
El guardia de seguridad Cirilo Cedeño, testigo presencial del accidente de tránsito en el que murió el joven Carlos Bastidas, en mayo de 2011, rindió ayer su testimonio en el tercer día de audiencia. En los 20 minutos que duró su intervención, Cedeño -considerado testigo clave- incurrió en varias inconsistencias.
Primero mencionó que luego del accidente sujetó por la espalda a la persona que manejaba el vehículo que atropelló a Carlos y aseguró que no vio el color de la camiseta que el hombre llevaba. Sin embargo, luego afirmó que la camiseta era a rayas.
La Fiscalía le preguntó si el hombre que se bajó del carro y corrió por la calle Tejada se encontraba agitado. Respondió que no, pero cuando le dijeron que la calle es una pendiente y si un hombre de 70 años la sube llega agitado y cansado, Cedeño se retractó y aseguró que el hombre sí estaba agitado.
Posteriormente, indicó que la edad del chofer del vehículo era entre 40 y 50 años, luego cambió su versión afirmando que era entre 60 y 70.
En primera instancia, el testigo afirmó que la contextura del conductor no era de grandes proporciones, lo contrario al aspecto físico de Rubén Cárdenas padre, a quien el guardia señaló como culpable.
Finalmente, dijo que no recordaba la ropa que usaba uno de los testigos presenciales, a pesar de que estuvo con él más de una hora.
Frente a las múltiples contradicciones los abogados de ambas partes protestaron y se produjo un altercado, por lo que la audiencia fue suspendida. Nelson Moya, abogado de la familia Bastidas, solicitó que se detenga a Cedeño por delito de perjurio.